Ruinas para turistas
A los turistas les gusta retratar ruinas. Lo hacen en el Partenón griego, en el Coliseo romano y en las derruidas pirámides mexicanas. Pero las ruinas habaneras tienen "otro encanto". Como esta de la foto, donde con un buen teleobjetivo se puede atrapar un muro azulejado con su ducha incluida, las entrañas de una instalación eléctrica, escaleras truncadas y, con suerte, hasta el inocente grafiti que un adolescente garabateó en la pared de su dormitorio.
Esta es la esquina de Prado y Teniente Rey, donde hasta hace poco un barcito de mala muerte servía de punto de encuentro para el entorno gay. Un coto de caza donde el papel de presa y cazador se intercambiaba gustosamente entre efebos prostituidos y turistas de edad madura.
Quizás este paisaje desolador no dure tanto como otros que se han hecho emblemáticos en la urbe capitalina. Por la privilegiada situación que tiene, frente al Capitolio Nacional, puede esperarse que muy pronto retiren los escombros, Tal vez, en un primer momento, funcionará aquí un estacionamiento de autos y con el tiempo se construya un hotel, una tienda, un complejo de oficinas.
Tengo la fantasía que en los bajos habrá un café donde los diputados terminen de dirimir las discusiones que quedaron pendientes en el Parlamento. Veo a los lobistas acechando como nuevos cazadores a los parlamentarios más influyentes y también imagino a algún que otro turista nostálgico lamentando el crimen que hicieron con las hermosas ruinas.