La obra teatral ‘El rey se muere’ censurada en La Habana

La obra dirigida por Juan Carlos Cremata. (Havana Times)
La obra dirigida por Juan Carlos Cremata. (Havana Times)
14ymedio

09 de julio 2015 - 14:24

La Habana/En un breve correo electrónico, el director de teatro y cine Juan Carlos Cremata ha confirmado la suspensión de la puesta en escena de la obra El rey se muere, que el sábado pasado se estrenó en la sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht, en La Habana. "El Consejo Nacional de las Artes Escénicas ha decidido bajar de cartel la obra (...) luego de sus dos funciones inaugurales el pasado fin de semana", escribe el realizador. "Una vez más se evidencia aquello de: 'La censura no existe'", ironiza.

El portal Cubarte ha publicado una reseña, firmada por Andy Arencibia Concepción, que critica duramente el montaje de la obra, una producción de El Ingenio, que dirige Cremata. Esta reseña salió el miércoles 8 de julio, un día después del anuncio de la suspensión de las funciones por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Centro de Teatro de La Habana.

En una nota publicada en el mismo portal oficialista, las instituciones justifican su decisión apelando a "las estrategias de desarrollo del arte escénico cubano, al diálogo permanente entre la institución y la práctica artística cotidiana, en pos de lograr estadios más propositivos entre las obsesiones poéticas de nuestros creadores y la política cultural de la Nación".

En cambio, un artículo publicado en el portal independiente Havana Times aplaude la interpretación que ha hecho Cremata de la obra del dramaturgo franco-rumano Eugène Ionesco (1909-1994). Firmada por Luis Rondón Paz, esta reseña habla de "una obra refrescante y para reflexionar" a partir de la historia de "un dictador que ejerció su poder por más de 200 años hasta que se entera que morirá en una hora, es decir, al final de la puesta en escena".

Las obras de teatro de Juan Carlos Cremata, y también su cine, se han caracterizado siempre por provocar al espectador. Con Cloaca tuvo que aguantar duro los vientos de la censura que intentaron primero sacarla de cartelera y luego editarle algunos parlamentos. Finalmente, nada de eso pasó y la obra se mantuvo en cartelera durante el tiempo previsto.

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