El equipo cubano no pudo levantar cabeza frente a los Tampa Bay Rays
La Habana/Después de una ansiosa espera, en la tarde de este martes se jugó el encuentro amistoso entre el equipo de los Tampa Bay Rays (TBR) y la selección cubana, un partido que ganaron los visitantes 4 carreras por 1 y que dejó en evidencia la distancia que separa al béisbol de la Isla de sus contrincantes en las Grandes Ligas estadounidenses.
El encuentro se desarrolló como un verdadero duelo de pitchers y sus inicios estuvieron marcados por las simbólicas pelotas que lanzaron los exserpentineros Pedro Luis Lazo y Luis Tiant. Sin embargo, más que en el terreno, los ojos estaban puesto en las gradas por la presencia del presidente de EE UU, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro. Los casi 50.000 espectadores convocados por el Gobierno de la Isla guardaron un minuto de silencio por las víctimas de los ataques terroristas de esa mañana en Bruselas, Bélgica.
Por los TBR comenzó a batear Dayron Varona, joven jugador que hace solo tres años había escapado de Cuba por mar acompañado de su madre, pero no se destacó y fue retirado pronto, pues además no pertenece a la alineación regular del elenco floridano.
El abridor por la casa, Yosvani Torres, traía balance de 6-6 en la temporada y comenzó bien, pero en el segundo inning los TBR le combinaron para anotar la primera, y en el capítulo tres el mentor Víctor Mesa trajo a Liván Moinelo, a quien en el cuarto, con hombre en base, James Loney le dio un jonrón que puso el juego 3-0. Loney bateó de 2-2 y empujó 3 de las 4 carreras del Tampa.
Yordan Manduley,que bateó el primer imparable al inicio, Yosvani Alarcón y José Adolis García encabezaron la ofensiva cubana, cada uno con dos hits, pero el elenco, aunque hizo casi el doble de indiscutibles que los TBR, no supo combinar para producir lo suficiente.
Un jonrón de Rudy Reyes en el noveno evitó la lechada y subió el ánimo de la afición, que se esperanzó con un doblete de Juan Carlos Torriente, ambos del equipo Industriales, pero no pasó nada más. El último al bate, Guillermo Avilés, quien tanto había impresionado durante la preparación en el Nelson Fernández, se ponchó.
El abridor del TBR, Matt Moore, salió vencedor después de trabajar durante seis entradas, permitiendo seis hits, ponchando a tres y regalando un boleto. Perdió Yosvani Torres y hubo juego salvado para Alex Colomé. Cuba utilizó a 10 de los mejores lanzadores que tiene ahora mismo.
Al final, algunos peloteros de la selección cubana reconocieron, en entrevistas, que el partido había sido una buena experiencia porque se enfrentaron "a un equipo de un nivel muy alto"
Al final, algunos peloteros de la selección cubana reconocieron, en entrevistas, que el partido había sido una buena experiencia porque se enfrentaron "a un equipo de un nivel muy alto". Comentaron, además, varios de los errores cometidos. "No podemos equivocarnos con esos profesionales. Es un equipo al que no se le puede dar una brecha", dijo Jonder Martínez, uno de los serpentineros.
El encuentro terminó con ambos equipos reunidos en el terreno, saludándose, confraternizando e intercambiando camisetas, un buen cierre para un espectáculo donde primó el amor por el béisbol. Por desgracia, la transmisión televisiva estuvo atiborrada de propaganda política en el estilo comercial más ridículo, con el tema Carrozas de fuego de Vangelis sonando a fondo una y otra vez para sazonar recuerdos triunfales. Para colmo, el audio presentó problemas técnicos y una breve entrevista al manager Mesa, con posterioridad al partido, no pudo ser escuchado por los televidentes.
En la mañana del martes, se dio a conocer que el lunes se habían realizado importantes conferencias de prensa, donde se encontraron autoridades de las Grandes Ligas con directivos cubanos y donde se volvió a tratar el tema de los contratos a cubanos para jugar en la Gran Carpa.
Para nadie fue una sorpresa que las autoridades cubanas, aunque dijeran estar abiertas a las nuevas perspectivas, sigan empeñadas en que esos contratos se realicen bajo sus particulares términos. O sea, con el pretexto de que gasta muchos recursos en la formación de los deportistas, el Gobierno quiere quedarse con la mayor parte del dinero, según su costumbre cuando permite que los nacionales trabajen fuera del país. El asunto va para largo.
Después de un paréntesis de casi tres semanas, este sábado comenzará la etapa semifinal de la Serie Nacional, en el Victoria de Girón, Cocodrilos contra Vegueros, que augura predominio del pitcheo, mientras el domingo comienza en el Cepero el enfrentamiento Leones-Tigres, que promete mucho bateo.