1/20Los guardacostas libios interceptan todos los días varias lanchas cargadas de migrantes, que huyen de la pobreza o de la violencia en sus países de origen. Muchos mueren en el intento: unos 2.000 se han ahogado en los últimos cinco meses/BDLG/14ymedio
2/20El guardacostas libio Al Mergheb acaba de llegar al puerto de Misrata con su cargamento de 475 migrantes subsaharianos rescatados unas horas antes en alta mar/BDLG/14YMEDIO
3/20Hoy, la mayoría de los migrantes rescatados en alta mar han viajado desde Senegal, Gambia, Somalia y Eritrea/BDLG/14ymedio
4/20Una treinta mujeres, algunas con niños pequeños, viajaban a bordo de las lanchas neumáticas interceptadas por los guardacostas libios/BDLG/14ymedio
5/20Los enfermeros de la Media Luna Roja (equivalente de la Cruz Roja) atienden a los enfermos en el puerto de Misrata/BDLG/14ymedio
6/20Bangladesíes, somalíes, eritreos y senegaleses están recluidos en el Centro de detención para migrantes de Misrata/BDLG/14ymedio
7/20Más de 1.100 migrantes se amontonan en el Centro de detención de Misrata/BDLG/14ymedio
8/20Aquí no cabe un alfiler más. Subsaharianos y bangladesíes se amontonan en los pasillos del edificio, tan apretados que no hay espacio para poner colchones. Duermen sobre el suelo/BDLG/14ymedio
9/20Jugando cartas mientras esperan una decisión de las autoridades libias: algunos serán repatriados a sus países de origen, otros serán liberados e intentarán de nuevo cruzar el Mediterráneo/BDLS/14ymedio
10/20Fabrican sus propias cartas con paquetes de cigarrillos/BDLG/14ymedio
11/20Sólo las mujeres, varias con hijos pequeños, tienen algo de privacidad en una habitación grande/BDLG/14ymedio
12/20Esta mujer fue rescatada cuando intentaba cruzar el Mediterráneo con dos niños pequeños a bordo de una lancha neumática con unas 100 personas a bordo/BDLG/14ymedio
13/20Los hombres rezan en uno de los dormitorios/BDLG/14ymedio
14/20“Los Gobiernos europeos y varias ONG se han comprometido a ayudarnos para atender a un número cada día mayor de extranjeros que detenemos en sus intentos de llegar a Italia, pero no hemos recibido nada hasta ahora”, se queja el director del centro de Misrata/BDLG/14ymedio
15/20Las familias acomodadas de Misrata ayudan con comida para los internos/BDLG/14ymedio
16/20Un solo médico, facilitado por Naciones Unidas, atiende esa población de más de 1.100 personas en un contenedor acondicionado donde no dispone de cama para examinar a los pacientes/BDLG/14ymedio
17/20Después de varios meses de viaje por tierras hostiles, esas dos mujeres han llegado de Somalia, huyendo de la guerra/BDLG/14ymedio
18/20Un funcionario de la Cruz Roja Internacional documenta a un migrante senegalés que será repatriado a su país de origen/BDLG/14ymedio
19/20El pequeño puerto de Garabuli, entre Trípoli y Misrata, de donde salen muchos migrantes para emprender un peligroso viaje de unos 300 kilómetros hacia la isla de Lampedusa, en Italia/BDLG/14ymedio
20/20“Pasamos por una playa de arena antes de llegar a un pequeño puerto de pesca. Nos hicieron subir a una lancha neumática, cien personas muy apretadas. Nos dijeron que no nos moviéramos por nuestra propia seguridad”/BDLG/14ymedio