Los cubanos esperan que el deshielo lleve a mejoras para todo el pueblo
Washington/En los alrededores de la nueva embajada de Cuba en Washington, un grupo de manifestantes acompañaba este lunes el discurso del canciller cubano, Bruno Rodríguez, con gritos como "Cuba sí, Castro No"; "Libertad para Cuba"; "Democracia"; "Libertad para los presos políticos". Mientras algunos coreaban "Viva Cuba", otros respondían con "Libre".
En algunos momentos, también se escuchaba: "Castro sí". "Nunca en este país me habría imaginado que escucharía algo así", dijo un cubano que salía de prorrogar su pasaporte en el consulado.
"Estoy aquí para apoyar a los derechos humanos y civiles del pueblo cubano que no han tenido elecciones libres desde más de 60 años", dice Laura Martínez, una cubana americana de 26 años congregada ante el edificio que desde 1977 acogía la Sección de Intereses de Cuba en EE UU. "Aunque apoyo el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, quiero que los derechos humanos, civiles y políticos del pueblo cubano se respeten y que se demanden ahora mismo", agrega.
La activista Rosa María Payá cree que "esto es solamente el inicio de relaciones diplomáticas que hasta ahora han significado la conversación entre dos élites, de personas que no eran de allí y que no representan al pueblo cubano, porque el pueblo cubano nunca los ha escogido".
"Estamos esperando que, al menos en el discurso, las personas que se acercan a Cuba no conversen solamente con la élite en poder, sino que apoyen también el derecho de decidir de los cubanos, la legislación de una visita a la Isla, la extensión de la impunidad de la violencia contra quienes se manifiestan dentro y fuera de la Isla", añade.
El escritor Orlando Luis Pardo Lazo subraya la importancia de que el reanudamiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana se convierta también en una mayor libertad para los periodistas independientes. Pide un "futuro más inclusivo", en el que "se abra el candado del régimen con la sociedad civil cubana".
"Queremos que la apertura de las embajadas no se quede en una simple apertura de las embajadas", explica. "Damos las gracias al presidente de EE UU, Barack Obama, pero le decimos también que está negociando con un tirano".