“Cuba vive un proceso de estancamiento”, constata el economista Carmelo Mesa-Lago

El economista cubano Carmelo Mesa-Lago durante una presentación en la Conferencia de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana. (14ymedio)
El economista cubano Carmelo Mesa-Lago durante una presentación en la Conferencia de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana. (14ymedio)
Mario J. Pentón

28 de julio 2017 - 13:13

Miami/El economista cubano Carmelo Mesa-Lago ha presentado el jueves en Miami un sombrío panorama de la situación en la Isla. Ha hablado de “un proceso de estancamiento de todo tipo”, que afecta tanto la educación como el sistema de salud. Sin embargo, el catedrático emérito de la Universidad de Pittsburgh no cree que el país pueda regresar a la lógica de la Batalla de Ideas impulsada por el expresidente Fidel Castro a inicios de siglo.

Mesa-Lago, uno de los más prestigiosos intelectuales cubanos, habló durante un panel sobre el estado de la educación cubana programado dentro de la reunión anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE). El evento, que durará hasta el sábado, junta a más de un centenar de especialistas en temas cubanos.

“[A Raúl Castro] le quedan siete meses en el poder y nadie cree que va a hacer la reunificación de la moneda ni que se dé una expansión mayor de los cuentapropistas en la esfera privada”, aseguró Mesa-Lago. “Están dando largas a la reforma que debieron hacer desde hace mucho rato”.

A pesar del proceso de reformas emprendido por Raúl Castro desde su llegada al poder en 2006, la economía nacional apenas ha crecido e, incluso, se contrajo en casi un 1% el año pasado. El Gobierno ha anunciado que en el primer semestre de 2017 la economía volvió a la senda del crecimiento, pero quedan muchas tareas pendientes, que van desde un mayor acceso a internet hasta la aprobación definitiva de las cooperativas no agropecuarias.

Mesa-Lago habló también sobre la insostenibilidad de los servicios sociales, que han sido una de las mayores banderas del Gobierno. Según las cifras presentadas por el economista, los trabajadores cubanos no han recuperado el poder adquisitivo que tenían en 1989 a pesar del incremento salarial. Los pensionados viven una situación aún peor ya que, en 2016, su renta real ajustada a la inflación era apenas el 51,1% de lo que ganaban a finales de los años 1980, antes del Período Especial.

“Se pierde una gran inversión, porque después de tantos años formando un médico, resulta que este se va a manejar un taxi porque consigue así un mejor salario”

Los bajos salarios desestimulan la productividad y hacen que la fuerza laboral calificada emigre a otros sectores de la economía que son más rentables, como el turismo o el trabajo por cuenta propia.

“Se pierde una gran inversión, porque después de tantos años formando un médico, resulta que este se va a manejar un taxi porque consigue así un mejor salario”, lamentó el economista.

“Cuba vive un rápido envejecimiento poblacional. Es ya la nación más envejecida del continente”, explicó Mesa-Lago. Además, el país ha visto caer por segundo año consecutivo el número de personas laboralmente activas.Este fenómeno se acelerará en un futuro cercano y es especialmente peligroso porque sobre ese segmento de la población se sostienen los gastos sociales para los ancianos y los niños.

La pobreza ha aumentado desde el colapso de la Unión Soviética, mientras el gasto social ha caído en ocho puntos porcentuales desde 2007. Esto, unido a la reducción de los productos incluidos en la libreta de racionamiento y a un deterioro generalizado de los servicios en el país (educación, salud, seguridad social), ha agudizado la crisis.

El número de hospitales ha bajado en un 32% en los diez últimos años. Los médicos de la familia hoy solo tienen un 40% de la plantilla cubierta

El número de hospitales ha bajado en un 32% en los diez últimos años. Muchos de los pacientes han sido trasladados a otros centros de salud alejados de sus comunidades. El personal de la salud ha disminuido en un 22% y programas con los que Cuba tuvo un gran éxito en el pasado, como los médicos de la familia, hoy solo tienen un 40% de la plantilla cubierta.

“El acceso y la calidad de los servicios de salud han disminuido y hay una severa escasez de medicamentos”, explicó Mesa-Lago.

El Gobierno ha reducido también su inversión en el sector educativo, del 14,1% del PIB a un 10,2% en 2015. El déficit crónico de maestros no se ha resuelto a pesar de los aumentos salariales. Además, el Gobierno ha tenido que reconocer el deterioro de varios indicadores, como la ortografía y el nivel en ciencias y matemáticas.

La matrícula general ha disminuido drásticamente desde el inicio del siglo: un 78% en la educación universitaria, un 19% en la primaria en un 19% y un 32% en la preuniversitaria.

Mesa-Lago reconoce que el acceso universal y la gratuidad son puntos importantes y rescatables del sistema educativo cubano, pero cree que es necesario focalizar los recursos en aquellas provincias y personas que no puedan pagarse los estudios. En cambio, se debe cobrar a quienes puedan pagárselos.

El economista también recomienda “desideologizar” la enseñanza y acercarla a los estándares internacionales. “Se necesita priorizar los trabajos que tengan más demanda en el mercado. No tiene sentido mantener una educación universitaria alejada del mercado.”

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