Etecsa justifica sus altos precios
La empresa de telecomunicaciones sostiene que el fraude no se elimina con la disminución de las tarifas
La Habana/La polémica alrededor de un artículo sobre el fraude telefónico regresa a la prensa oficial. En esta ocasión la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) responde a las preguntas de lectores del periódico Juventud Rebelde que cuestionan los elevados precios y la mala calidad del servicio.
En un texto publicado este jueves, la única telefónica del país reconoce que “los precios de algunos servicios son altos” y los justifica a partir de “los costos en que incurre Etecsa” para poder brindarlos. A la pregunta de si éste es el motivo para los actos de fraude telefónico, la empresa asegura que “el fraude no se elimina con la disminución de las tarifas” y que “existe en todas las empresas teleoperadoras del mundo”.
El debate resurgió a partir de la publicación de una serie de artículos sobre los trucos que realizan algunos clientes para abaratar las llamadas al extranjero. En el texto se denunciaban varias formas de fraude telefónico, incluyendo los conocidos bypass y el llamado fraude de ganancias compartidas. Este último, según refiere Juventud Rebelde, consiste en engañar a los clientes con promesas de un premio, viajes al extranjero o noticias curiosas que le llegan por mensajería de sólo texto y que los instan a hacer una llamada. De esa manera se infla el tráfico hacia una telefónica ubicada en otro país.
La denuncia provocó una avalancha de críticas por parte de usuarios de Etecsa y colocó en el centro de la discusión la incompatibilidad entre los salarios en moneda nacional y los costos de la telefonía celular. "Si quieren que la gente no robe tanto, ¡qué pongan precios más asequibles a todos los bolsillos!”, reclama Yusnier Marrero, un usuario de Etecsa que aguardaba a las afueras del Telepunto de la calle Obispo para activar su cuenta de correo electrónico en Nauta.
En Cuba un mensaje de sólo texto enviado a otro móvil nacional cuesta nueve centavos de pesos convertibles. El salario diario promedio es de unos 75 centavos, lo que alcanza apenas para enviar unos ocho mensajes de texto. “Las cuentas no me dan” asegura Graciela Vázquez, vendedora de pizzas en la capitalina calle Zanja y quien dice usar su móvil como “un bíper”. Y agrega: “Sólo hago llamadas perdidas y cuelgo antes de que me respondan, de esa manera ya mi familia y mis amigos saben que los estoy localizando”.
En estos momentos, según explicaron directivos de Etecsa, está en vigor hasta el 31 de julio próximo una rebaja en las tarifas internacionales de un 40 por ciento para los SMS y un 30 por ciento para las llamadas al extranjero.
Sobre el filtrado de la base de datos de usuarios de Etecsa, que cada año llega al mercado ilegal y se puede encontrar en los móviles o computadoras de miles de personas en todo el país, la empresa oficial dijo que “nunca ha entregado información de sus clientes y condena su distribución ilegal”. Sin embargo, no explica si el descuido institucional y la falta de control han incidido en que circulen de mano en mano los datos privados de cada usuario de la telefónica.