Disgusto en Holguín por fallos en las cocinas de inducción
Holguín/Tras casi un mes y medio desde el inicio de la venta de cocinas de inducción en Holguín, la mala calidad de un producto que ha costado 500 pesos cubanos ha provocado la insatisfacción en muchos compradores. El módulo comercializado incluía una cocina, cazuela, jarro, sartén con tapa y cafetera.
"El modelo que están vendiendo no es bueno porque los clientes vienen diariamente al taller con las cocinas rotas; algunos, incluso, las han traído con desperfecto el mismo día que las compraron", explica a 14ymedio Mireya Almaguer Martínez, recepcionista del taller situado en la calle Aguilera esquina Mártires, escogido para el servicio post venta en la ciudad de Holguín.
"Cuando la cocina no tiene arreglo, el mecánico escribe un dictamen dándole baja técnica", asevera Almaguer. Con ese documento, firmado por la directora del taller, el cliente entrega el producto defectuoso en la tienda donde lo compró y obtiene su dinero de vuelta.
Entre los fallos más comunes se encuentra la demora en calentar, atribuida por los técnicos del taller a desperfectos en los transistores y las resistencias. Las cafeteras presentan, de forma habitual, problemas estructurales, como deformaciones en la base que impiden la estabilidad del producto sobre la cocina.
"El modelo que están vendiendo no es bueno porque los clientes vienen diariamente al taller con las cocinas rotas; algunos, incluso, las han traído con desperfecto el mismo día que las compraron"
Los productos están cubiertos por una garantía de 90 días pero en el almacén del taller no hay repuesto para sustituir las piezas defectuosas.
Sin embargo, Xiomara Ordoñez Rodríguez, directora nacional de Servicios Técnicos del Ministerio del Comercio Interior, aseguró al periódico oficial Granma que los talleres contaban en sus almacenes con una disponibilidad necesaria de piezas de repuestos para dar solución a las roturas de las cocinas.
Uno de los afectados es Ramón, un cliente que visita por segunda vez el taller con su cocina rota. "La primera vez que vine fue el mismo día que la compré. Cuando llegué a mi casa, la conecté y comenzó a emitir un sonido ininterrumpido, y ahora la traigo porque no calienta", lamentó.
En la provincia, la venta de los módulos de cocina de inducción comenzó el 19 de octubre. La cantidad asignada al territorio fue de 27.800, una cifra insuficiente para una provincia de más de un millón de habitantes, lo que ocasionó largas colas y la comercialización de manera de los turnos en la cola por 50 pesos cubanos.
Omer González Velázquez, director comercial del Grupo Empresarial de Comercio, anunció que está prevista para el próximo año la comercialización de 27.000 módulos más en la provincia.