Un Primero de Mayo dedicado a Maduro y con bandera de EE UU
La Habana/La movilización para el desfile del 1 de mayo comenzó en La Habana antes de la medianoche del día anterior. Con las primeras luces del amanecer arrancó el acto masivo en la Plaza de la Revolución, cargado de alusiones al fallecido expresidente Fidel Castro, consignas sobre la unidad y un enfático compromiso con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Minutos antes de comenzar el desfile el opositor cubano Daniel Llorente burló el cordón de seguridad y desplegó una bandera de Estados Unidos frente a la tribuna, gritó varias consignas y fue rápidamente sacado del lugar por las fuerzas de seguridad. No se sabe si actuó por su cuenta o si lo hizo en nombre de un grupo de oposición.
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Llorente realizó una manifestación similar hace un año, cuando el crucero Adonia llegaba a las costas de Cuba. En aquella ocasión fue reprimido por la policía, quien lo sacó del lugar.
El discurso principal recayó en el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte De Nacimiento. Un cuadro político alineado con la ortodoxia que llamó a trabajar para "generar mayores riquezas, reducir los precios y mejorar gradualmente el incremento de los ingresos".
El líder del único sindicato permitido en el país pidió la "movilización de las fuerzas de izquierda" en América Latina y rechazó "las maniobras políticas y el acoso diplomático" contra el Gobierno venezolano de parte de "la desprestigiada Organización de los Estados Americanos (OEA) y otros sectores reaccionarios de la región".
"Respaldamos la unión cívico militar encabezada por el presidente Nicolás Maduro", destacó Guilarte De Nacimiento en medio de un discurso sin novedades ni anuncios. Durante la mayor parte del acto Raúl Castro se mantuvo sentado en la tribuna pero no intervino públicamente, bajo la estrecha vigilancia de su nieto guardaespaldas, Raúl Guillermo Rodríguez Castro.Las calles cercanas al lugar se llenaron de ómnibus durante la madrugada con miles de participantes desplazados desde las provincias más cercanas. El tráfico fue interrumpido y la mayoría de los negocios privados de la zona cerraron, aunque algunos vendedores ambulantes aprovecharon la multitud para vender desde dulces hasta rositas de maíz.
Una inmensa tela sobre la Biblioteca Nacional mostró la imagen de Raúl Castro, en el centro, escoltado por Fidel Castro y Ernesto Guevara. Una novedad en la iconografía de estos actos, que tradicionalmente ha privilegiado sobre los muros de los ministerios más cercanos las fotos de líderes fallecidos.
Los locutores oficiales hicieron énfasis en la presencia de jóvenes en la marcha. El primer bloque en desfilar frente a la tribuna lo formaron estudiantes y militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, en un contexto en que varias figuras del Gobierno han denunciado los efectos de la globalización y de la "guerra cultural" contra ese sector.
Las escuelas de la enseñanza media y universitaria, los centros laborales estatales, las cooperativas y el sector por cuenta propia formaron parte de la muchedumbre que apuró el paso frente a la tribuna para evitar el inclemente sol. Al filo de las nueve de la mañana todo había terminado.