Unos 17 derrumbes por la lluvia en la "ciudad maravilla"

La fachada del 418, donde se puede ver la escalera llena de escombros. Los vecinos se quejan porque no han podido entrar a buscar ni ropa ni la leche de los niños
La fachada del 418, donde se puede ver la escalera llena de escombros. (14ymedio)
Luz Escobar

09 de junio 2016 - 21:32

La Habana/Los habitantes del número 418 de la calle Villegas, en La Habana Vieja, resultaron ilesos tras un derrumbe ocurrido este miércoles pasadas las nueve de la mañana. La caída del techo de la vivienda en el primer piso del edificio se inscribe entre los 17 derrumbes, entre parciales y totales, ocurridos en la capital cubana, cuatro de ellos en el casco histórico, a consecuencia de las intensas lluvias de los últimos días.

Con muy pocas pertenencias rescatadas entre los escombros, los residentes en el lugar aguardaban en la tarde de este miércoles a que las autoridades dieran una respuesta a su situación. "Vamos a dormir aquí afuera, aunque esté lloviendo, para que no roben nada", aseguró una joven vecina del inmueble, quien mantenía la ilusión de que llegaran "unos policías para custodiar".

Leticia Ramírez, embarazada de siete meses y también residente en el edificio colapsado, comentó que si algo así hubiera sucedido "a las seis de la mañana, cuando todos están en la casa, habría terminado en una tragedia". La joven explicó que el derrumbe "pudo haberse evitado", pues las tres familias afectadas por el desplome de parte del inmueble comenzaron "desde hace años" el proceso para obtener un crédito bancario y ejecutar una reparación.

Una residente en el edificio explicó que el derrumbe “pudo haberse evitado”, pues las familias afectadas por el desplome comenzaron “desde hace años” el proceso para obtener un crédito bancario y ejecutar una reparación

Sin embargo, Ramírez sostiene que el proceso burocrático para obtener los permisos de acometer la obra en pleno casco histórico habanero demoró demasiado. "Y al final mira lo que pasó". La mujer enumera todos los problemas mientras señala una montaña de escombros que este miércoles impedían el paso de automóviles y transeúntes.

El calvario de los vecinos de la calle Villegas comenzó mucho antes de las lluvias de junio. Las autoridades bancarias tardaron tres años en aprobar un pedido de subsidio que les permitiera comprar los materiales para la reconstrucción del edificio. El dinero solo les fue asignado en diciembre pasado.

A partir de ese momento empezaron a surgir trabas de parte de los inspectores y especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en especial en lo relacionado con una autorización para colocar en la fachada del inmueble los andamios para la reparación. La firma de la oficina de Eusebio Leal Spengler no llegó a tiempo.

La madre de Ramírez recorrió durante meses "una oficina y otra", cuenta la joven, pero "sin resolver nada". La embarazada recalca que no va a aceptar un albergue cercano en la conocida Casa del Pedagogo "con un colchón tirado en el piso" y donde frecuentemente alojan a los vecinos que han perdido sus casas a consecuencia de un derrumbe.

"Somos propietarios y aquí nadie quiere albergue", insiste la mujer, quien recordó irónicamente que pocas horas antes del desplome del techo La Habana había sido declarada "ciudad maravilla".

Los vecinos de mayor edad se mostraban desesperados ante la pérdida del techo y de buena parte de sus muebles y objetos personales. Adelaida dijo que le dieron un subsidio, pero tuvo que sortear tantos obstáculos que "con los materiales comprados" no pudo comenzar las obras.

Al caer la noche todavía se mantenían en el lugar a la espera de que el cuerpo de bomberos terminara de evacuar el contenido del inmueble. Hasta el mediodía del jueves, ninguno de los afectados había recibido la visita de alguna autoridad del Poder Popular.

Unas 1,7 millones de casas, es decir el 39% del fondo habitacional en Cuba, se halla en estado regular o mal, según un reporte de las autoridades de la Vivienda. Durante 2015 solo se construyeron en todo el país 23.003 nuevas casas, de las cuales 10.417 se erigieron por esfuerzo propio, una buena parte de ellas a partir de créditos otorgados por las instituciones bancarias estatales.

Entre 2012, cuando se comenzó a conceder créditos a personas naturales, hasta finales de 2015, se habían entregado 5.100 millones de pesos (212 millones de dólares), de los cuales el 60% se había destinado a arreglos en viviendas, precisó la prensa oficial.

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