Un tercio de los miembros del Comité Central del Partido ha sido elegido 'a dedo'
La Habana/En un país donde, en virtud del quinto artículo de la Constitución, el Partido Comunista es "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado" los miembros del Comité Central de esa organización tendrían que ser conocidos por todos los ciudadanos y, desde luego, el acceso a esta máxima instancia no debería estar cubierto por ningún velo de misterio.
Sin embargo, son pocos los que recuerdan que la última vez que se realizó una elección formal de la membresía de este selecto grupo fue el 10 de octubre de 1997, poco antes de que se diera por terminado el V Congreso del partido. En ese cónclave se eligieron a 150 miembros. A lo largo de un poco más de 18 años se han producido 29 muertes y 36 separaciones, algunas de éstas últimas por sanciones disciplinarias y otras porque el militante dejó de ocupar por diferentes razones el cargo administrativo o político que lo avalaba para pertenecer al Comité Central. En la actualidad, solo quedan en condición de miembros 42 de aquellos 150.
El analista ha tenido la paciencia de luchar contra el secretismo y buscar todas las alusiones en la prensa nacional y provincial en la que se menciona a una persona por sus cargos
Pero todavía no cuadran los números. Estos datos aquí expuestos los atesora Julio Aleaga Pesant, quien lleva años organizando una magnífica colección de nombres bajo el ambicioso título ¿Quién es quién en la sociedad cubana? El analista ha tenido la paciencia de luchar contra el secretismo y buscar todas las alusiones en la prensa nacional y provincial en la que se menciona a una persona por sus cargos.
Obviamente, Aleaga hereda los errores e imprecisiones de esos informes oficiales. No todas las sanciones salen en la prensa y mucha gente fallece sin que se haga su obituario. Esa es la razón por la que existen 43 casos en situación dudosa pues no han vuelto a ser señalados, al menos en el último lustro. Se trata de "compañeros" que ascendieron al máximo nivel partidista porque era necesario tener allí al jefe de una brigada de cortadores de caña, al cuadro de un buró municipal o a una integrante de un contingente agrícola. Como nunca más los medios se enfocaron en sus nombres es probable que algunos de ellos no sepan responder con exactitud si todavía son o no miembros del Comité Central de su partido, en caso de que sigan vivos y permanezcan en el país.
En estos casi 18 años, otros 51 comunistas han ido entrando en el Comité Central del PCC, pero en ese tiempo no se ha realizado un proceso formal de elecciones como Dios manda, es decir, como establecen los estatutos. Es así que encontramos nombres como Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; Gladys Bejerano, que dirige la Contraloría de la República; Joaquín Bernal, todavía reciente ministro de Cultura; Guillermo García, un comandante de la Revolución que fue elegido en el 1er Comité Central del año 65, pero que no se incluyó en las elecciones del 5to Congreso.
El vino nuevo ha ido rellenando los viejos odres sin que en esas nominaciones haya tenido participación la masa de la base
Aparecen también en la nómina actualizada Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario de la Central de Trabajadores de Cuba; Roberto Morales Ojeda, el actual ministro de Salud Pública; y la nueva joya de la corona, Josefina Vidal, quien lleva la voz de la delegación cubana en las negociaciones para el restablecimiento de relaciones con los Estados Unidos.
Ninguno de ellos fue propuesto desde la base.
El vino nuevo ha ido rellenando los viejos odres sin que en esas nominaciones haya tenido participación la masa de la base, de manera que la tercera parte de la máxima instancia ha sido elegida a dedo y desde arriba.
El VII Congreso del Partido tiene ante sí la tarea de renovar su Comité Central. Entre otras cosas se tendrá que discutir el controvertido tema de la edad, pues no es saludable para ninguna organización tener en su dirección a individuos que no tengan la capacidad física de dedicarle al menos 10 horas diarias a las tareas a resolver.