Condenados a la humildad
La Habana/Los límites acerca de la tenencia de propiedades y riquezas protagonizan los debates de los documentos emitidos por el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). "Los talibanes" exigen una precisión y los emprendedores también la necesitan, de lo contrario, bastaría con la apreciación subjetiva de un cacique local para determinar que alguien se ha vuelto demasiado próspero.
Cuando solo quedan 15 días para concluir el análisis de la Conceptualización y las bases del Plan Nacional de Desarrollo, emanados del cónclave, estos documentos solo han sido discutidos por "la militancia del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, y representantes de las organizaciones de masas y de amplios sectores de la sociedad".
En diciembre, si se cumplen los plazos acordados, un pleno del Comité Central del PCC le dará carácter definitivo a tales directrices, tal vez con algunas modificaciones o adiciones. Los principios que regirán las acciones económicas del país en las próximas décadas no habrán sido sometidos al escrutinio de un número significativo de ciudadanos.
La manera en que ha sido enfatizado, una y otra vez, revela los temores del oficialismo ante un emergente sector que no dependa de prebendas, ni subsidios y tenga autonomía económica
Este lunes tuvo lugar uno de estos debates con varios delegados de circunscripción seleccionados en los Consejos Populares de Santa Clara. Según el diario Granma, entre los temas más debatidos estuvo el párrafo 104 de la Conceptualización, en el que se rechaza "la concentración de la propiedad y la riqueza en personas jurídicas o naturales".
Este enunciado se encuentra también reflejado de forma inequívoca en el tercer punto de los Lineamientos aprobados en VII Congreso y ha sido el más esgrimido por quienes temen la aparición o consolidación de una clase media en la Isla. La manera en que ha sido enfatizado, una y otra vez, revela los temores del oficialismo ante un emergente sector que no dependa de prebendas, ni subsidios y tenga autonomía económica.
El órgano oficial del Partido, que suele elegir con cuidado las opiniones que publica, reprodujo el criterio de varios delegados sobre "la necesidad de definir hasta dónde se va a permitir ese fenómeno [la tenencia de propiedad y riqueza], y el imperativo de definir límites". Otros abogaron por "la estricta fiscalización de los órganos competentes, con su sistema de control, para evitar la proliferación de nuevos ricos en Cuba".
Tales temores concuerdan con la implementación de una nueva medida donde se estipula que quienes reciban un salario mensual por encima de los 500 pesos cubanos, deben hacer una contribución especial a la Seguridad Social consistente en un descuento del 5%. Una decisión que también incluye a los trabajadores de empresas estatales que ganen hasta 5.000 CUP y quienes tendrán que abonar, además, un impuesto sobre los ingresos personales del 3%.
Sin embargo, un trabajador por cuenta propia que en un año tenga ingresos netos personales por valor de 60.000 CUP (un promedio de 5.000 al mes) se enfrenta a una tasa impositiva del 50%. Esto supone un claro freno al desarrollo de los emprendedores privados, que el Gobierno ha tenido que tolerar ante el descalabro económico del país pero a quienes les guarda una obstinada ojeriza.
Tras las discusiones que se suceden estos días a puertas cerradas, es probable que quede definido con más precisión cuál será el límite a la riqueza concentrada en manos de un ciudadano cubano. Es muy probable que a la hora de redactar esa definición primen las voces que remachan que "esta es y seguirá siendo una Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes".
Si un exitoso cuentapropista que logra ganar alrededor de 200 se le aplica el más alto tipo impositivo, ¿qué puede esperarse del correctivo que le reservarían a quien funde una pequeña o mediana empresa?
Con esos truenos no hay quien duerma, crezca o prospere. Si un exitoso cuentapropista que logra ganar alrededor de 200 dólares al mes aparece ubicado en la cima de la cadena alimenticia y se le aplica el más alto tipo impositivo, ¿qué puede esperarse del correctivo que le reservarían a quien funde una pequeña o mediana empresa?
Durante los cinco años que estuvieron vigentes los Lineamientos del VI Congreso, el punto 3 del modelo de gestión económica se limitaba a impedir la concentración de la propiedad. Algunos análisis señalaban que ese punto sería flexibilizado en el VII Congreso, sin embargo fue recrudecido al añadir a las restricciones la palabra "riqueza".
Una mirada superficial podría concluir que los incapaces de crear, movidos por la envidia, quieren atar a los que a golpe de riesgo, fantasía y esfuerzo personal colocan sus metas por encima de la prosperidad gestionada por la generosidad de un Estado paternalista y controlador. Seguramente hay mejores argumentos para explicar estos desatinos.