Los otros riesgos del tabaco
San Juan y Martínez/La llegada del mes de junio a los campos sembrados de tabaco en Pinar del Río ha revitalizado las discusiones sobre la conveniencia de volver a sembrar después de que el clima arruinara las posturas en diciembre y enero. La discusión acalora a los cultivadores y a los directivos agrícolas, mientras pone a correr a la empresa estatal TabaCuba, que aún no sabe si podrá cumplir con sus compromisos internacionales.
Los debates alrededor de la prolongación de la siembra están salpicados con terminología propia, que revela la complejidad del proceso. Desde que se emplaza un semillero hasta que se recolecta la hoja, una complicada trama de créditos, seguros y precios de compra acompaña cada paso de este cultivo difícil, que reclama intensos cuidados y numerosos recursos.
Para los vegueros de San Juan y Martínez, donde se ubica Hoyo de Monterrey, con su fama de producir el mejor tabaco del mundo, ha sido muy doloroso ver como unas lluvias que llegaron fuera de temporada echaron a perder los sembrados. Algunos de los que hicieron un segundo intento de plantar las posturas también fracasaron y tuvieron que volver a desmontar los campos.
Desde 2009 la producción tabacalera ha disminuido significativamente y, según la Oficina Nacional de Estadística e Información, en 2014, había descendido un 21%
Un recorrido por la zona, este miércoles, mostraba más tierras en barbecho que cultivadas, más surcos destinados a flores, pepinos y frutabomba que al verde intenso de las hojas de tabaco. Pero el problema comenzó mucho antes de las precipitaciones a destiempo en la pasada temporada invernal.
Desde 2009 la producción tabacalera ha disminuido significativamente y, según la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba, un lustro después, en 2014, había descendido un 21%. Ese mismo año la Isla solo exportó 91 millones de puros, lo que significa un descenso del 58% comparado con 2006.
En un intento de elevar los números, TabaCuba orientó a los campesinos a volver a regar semilleros en los primeros días de marzo para sembrar en los campos a finales de abril. Esas plantas, castigadas por el sol, serán cosechadas entre junio y julio. Las hojas colectadas se pondrán a secar y curar en agosto, de manera que los puros saldrán al mercado en septiembre.
Para el agricultor Juan Pablo Pérez, de San Juan y Martínez, hubiera sido más acertado renunciar a esa cosecha y preparar la próxima con todos los requerimientos. "Estos son los meses en los que los campesinos deberían estar reparando las casas de tabaco, acondicionando las tierras, chapeando linderos y arreglando los aperos de labranza", detalla.
Buena parte de los vegueros que son propietarios de sus fincas decidió no sembrar, dando por perdida la temporada. Sin embargo, los usufructuarios se sintieron muy presionados por la empresa estatal y se vieron obligados a insistir con el cultivo, por temor a perder el terreno.
Los usufructuarios se sintieron muy presionados por la empresa estatal y se vieron obligados a insistir con el cultivo, por temor a perder el terreno
TabaCuba sorprendió a todos cuando ordenó usar una variedad de tabaco hasta entonces prohibida, la Corojo 2006, que es más resistente a las plagas y al sol. La restricción que en años anteriores pesaba sobre esta variedad, creada por especialistas de la estación experimental de Vueltabajo, se debía a que necesita más fertilizante y requiere más tiempo para secar. Pero en días de desesperos, hasta las prohibiciones se levantan.
Según Ernesto, un joven usufructuario de la zona, "a la empresa no le conviene esa variedad, porque los rendimientos son muy altos para el campesino, en cuanto a volumen, pero al final no logran un producto de calidad". Una hoja menos delicada y poco apropiada para la capa final de los puros califica a la variedad Corojo 2006 como una opción de urgencia, más pensada para llenar números que para contentar los exigentes paladares de los fumadores.
La esperanza, cuando se trabaja directamente con la tierra, nunca se pierde. El veguero Néstor Pérez asegura que "según las probabilidades, la campaña 2016-2017 debe ser favorable, sobre todo teniendo en cuenta lo mala que ha sido la actual, pero puede comprometerse a causa del atraso con que habrá que hacer los preparativos por haber tomado la mala decisión de sembrar fuera de tiempo a cualquier precio".
Las exportaciones estatales necesitan aferrarse a esperanzas como la de Pérez. Las autoridades del sector se han propuesto aumentar en un 20% la producción anual durante los próximos cinco años, según declaró a la prensa oficial Inocente Núñez Blanco, copresidente de Corporación Habanos S.A. La empresa es gestionada por el Gobierno cubano y la tabacalera británica Imperial Brands PLC, que comercializa en exclusiva el tabaco cubano por el mundo.
La posible apertura del mercado estadounidense hace sacar cuentas a los directivos de TabaCuba. En la actualidad el 20% de los 500 millones de tabacos hechos a manos que se venden en el mundo provienen de la Isla, una cifra que podría crecer con el fin del embargo impuesto desde 1962 por EE UU. Al otro lado del Estrecho de Florida se alza el mayor mercado mundial de puros, con ventas anuales de 4.000 millones de dólares.
Pero las amenazas sobre el tabaco no han concluido con el fin de las lluvias de invierno. La temporada ciclónica ha comenzado este miércoles. Los agricultores están nerviosos porque con tantos problemas el seguro solo se ha responsabilizado con las inversiones iniciales y probablemente el banco no se sienta estimulado a ofrecer créditos a productores que han tenido pérdidas.
Juan Pablo Pérez, hermano de Néstor, considera que todos estos problemas pudieran haberse enfrentado de una forma más ágil y efectiva, si los productores de tabaco "fueran todos propietarios y pudieran asociarse de forma independiente". Pero eso, reconoce, "es mucho más complejo que cosechar tabaco".