Hacer negocios con la dinastía gobernante
Washington, DC/Es admirable que 14ymedio ofrezca a sus lectores la cobertura noticiosa que indudablemente recibirán los cubanos una vez que termine la censura de prensa en la Isla. En cuanto a la visita del presidente Obama es importante notar que hasta ahora prácticamente todos los que lo acompañan están interesados en poder hacer negocios con la dinastía gobernante que les ofrece la oportunidad de pagarle 20 y tantos dólares al mes a los trabajadores cubanos que no tienen derecho a la huelga ni a derechos sindicales reconocidos internacionalmente.
Que el presidente ni los que lo acompañan hayan mencionado la explotación de los cubanos por el régimen es muy lamentable; y otra concesión de Washington a La Habana.
En el Gobierno de Estados Unidos hay no solo un Ministerio de Agricultura y ministros que tienen que ver con el comercio y la promoción de los intereses de corporaciones americanas. En el Gobierno de Washington también hay un Ministerio de Trabajo que vela por los derechos de los trabajadores. Además existe una oficina que da a conocer todos los años un informe a nivel mundial sobre los derechos humanos y otra que publica un informe como producto de la legislación congresional sobre el tráfico de seres humanos, incluyendo el abuso sexual de niños y niñas en muchas partes. Hasta ahora no se ha dado a conocer que ningún funcionario americano de esa oficina de derechos humanos o de la oficina que monitorea el tráfico de seres humanos, ni ningún funcionario del Departamento de Estado con amplia experiencia como agregado sindical acompaña al presidente.
La “nueva política” del Sr. Obama nos retrae a la política bochornosa de apoyo a las dinastías de Trujillo en Santo Domingo y de Somoza en Nicaragua
La “nueva política” del Sr. Obama nos retrae a la política bochornosa de apoyo a las dinastías de Trujillo en Santo Domingo y de Somoza en Nicaragua. Que el presidente se haya fotografiado con el teniente coronel Alejandro Castro Espín y con el general Raúl Castro en Panamá o en Nueva York puede que sea producto de su ignorancia, por lo que es peor que no le de gran importancia a que al retiro del general Raúl Castro, como en el caso de Siria o Corea del Norte, sigan al frente de los destinos del país representantes de su familia.
Leí con mucho interés la columna de Pedro Campos en que nos ofrece su análisis sobre la campaña electoral norteamericana y los candidatos norteamericanos. Según él, la retirada del senador Marco Rubio de la campaña electoral se debe a la postura anticastrista del senador. Pero lo cierto es que la política hacia Cuba NO ha jugado un papel bien importante hasta ahora en las primarias norteamericanas. El Sr. Campos se equivoca cuando trata de defender la política del Sr. Obama hacia Cuba basándose en la retirada del senador Rubio de la campaña electoral. Para juzgar la opinión de los cubanoamericanos, no es a las primarias a donde hay que ir, sino a las elecciones. Cada dos años, todos los miembros de la Cámara de Representantes, incluyendo cinco cubanoamericanos, cuatro republicanos y un demócrata de tres estados diferentes han recibido el apoyo de los votantes. Tres cubanoamericanos, dos republicanos y un demócrata de tres estados muy importantes, Florida, Nueva Jersey y Texas, también tienen amplio apoyo de la comunidad cubanoamericana, aunque todos ellos, además de defender los derechos humanos en Cuba y en otras partes del mundo, también reflejan la opinión de sus votantes sobre muchos otros asuntos.
Lo que no puede ignorar es que a menos de 60 años de la victoria revolucionaria, el número de cubanoamericanos en la Cámara de Representantes y en el Senado no tiene precedentes cuando se le compara con otras comunidades norteamericanas. Que los senadores Marco Rubio y Ted Cruz hayan llegado a ser candidatos de importancia a nivel nacional demuestra la capacidad de los cubanos y lo que los hombres libres llegan a alcanzar en un país de libertad y de oportunidades
Que los senadores Marco Rubio y Ted Cruz hayan llegado a ser candidatos a nivel nacional demuestra lo que los hombres libres llegan a alcanzar en un país de libertad y de oportunidades
La importancia de los cubanoamericanos en el Congreso es innegable. La congresista Ileana Ros-Lehtinen presidió la importante comisión de política exterior de la Cámara, y ayudó a definir la política internacional de Estados Unidos alrededor del mundo. El senador demócrata de Nueva Jersey Bob Menéndez ocupó la misma posición en el Senado, y es por hoy un crítico respetado de la política del presidente Obama, no solo hacia Cuba, sino también hacia Siria, Corea del Norte, Afganistán, Irán, Rusia y China.
Un famoso profesor de Harvard que también fue senador por Nueva York, Daniel Patrick Moynihan, dijo en más de una ocasión que todas las personas tienen derecho a sus opiniones, pero que la realidad y los hechos no dependen de lo que cada uno de nosotros estime conveniente. La campaña electoral de Estados Unidos es una buena ocasión para que los cubanos en la Isla y en Estados Unidos examinen cómo funciona la democracia, un proceso que no es perfecto pero en el que participan millones de votantes, editorialistas de cientos de periódicos y publicaciones, los sindicatos obreros, y todos los llamados grupos de interés de la sociedad norteamericana, incluyendo los obispos, los banqueros y los artistas, jóvenes y viejos, y hasta ahora ninguno de ellos ha sido objeto de un acto de repudio. Qué bueno que exista algo como 14ymedio y que, como en la mejor prensa de la época republicana, todas las opiniones se puedan escuchar. Pocos de los cubanos de hoy saben que en la revista cubana Bohemia, de amplia circulación en América Latina en 1959, se publicaban artículos de liberales, conservadores, socialistas y líderes importantes del Partido Comunista.
En cuanto al futuro de Marco Rubio y de otros jóvenes políticos norteamericanos, lo decidirán los votantes, y la razón por la que Rubio aspiraba y posiblemente vuelva a aspirar a la presidencia americana no es porque haya sido seleccionado por un pariente importante que haya controlado por años el gobierno del país.
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Nota de la Redacción: Frank Calzón es politólogo y director del Centro para una Cuba Libre.