Idiotas útiles

Cajón de Sastre

Es penoso, pero evidente también, que 66 años después sobran idiotas a plenitud que siguen añorando las piltrafas del régimen

Aclaro, no apunto a la nostalgia por Cuba y lo cubano, una herida que muchos tenemos abierta. Escribo sobre las personas que defienden la gestión del nefasto Gobierno.
Aclaro, no apunto a la nostalgia por Cuba y lo cubano, una herida que muchos tenemos abierta. Escribo sobre las personas que defienden la gestión del nefasto Gobierno. / 14ymedio
Pedro Corzo

26 de enero 2025 - 15:41

Miami/Hace muchos años, en los albores de la tiranía castrista, se escuchaba hablar en Cuba con relativa frecuencia sobre personas que eran calificadas como “tontos útiles” o “compañeros de viaje”, en relación a sujetos que defendían las propuestas marxistas y a sus voceros, sin que integraran esa horda que tanto daño ha hecho a la humanidad.

Conocí a varias de esas personas, entre ellos, familiares, hombres y mujeres de buena fe que se creyeron todos los cuentos del castrismo por un período de tiempo y algunos se incorporaron a la lucha armada contra el régimen. También los hubo que sin ninguna buena fe se prestaron al juego de la dictadura hasta que sintieron que el fuego podía quemarlos, y decidieron emigrar.

Algunos de estos, a pesar de estar lejos, jamás dejaron de servir al castrismo, ya fuese espiando en su beneficio o simplemente lavándole el rostro al régimen al organizar, en otros países, particularmente desde Estados Unidos y Puerto Rico, viajes y conferencias a favor de la tiranía.

Otros crearon instituciones con el objetivo de hacer potable el totalitarismo a extranjeros dispuestos a cumplir el rol de idiotas a favor del castrismo, función en la que han cumplido un papel importante los servicios de inteligencia y diplomático de Cuba, ya que han facilitado recursos a quienes desde la emigración les han servido.

También los hubo que sin ninguna buena fe se prestaron al juego de la dictadura hasta que sintieron que el fuego podía quemarlos, y decidieron emigrar

El castrismo para ampliar esa asistencia fundó el Instituto de Amistad con los Pueblos, una entidad que se dedica a captar políticos, dirigentes sociales, intelectuales y a cualquiera que, como consecuencia de su frustración, esté dispuesto a servir en el infierno. El ICAP y la Casa de las Américas fueron instrumentos que prestaron grandes servicios a la dictadura cubana porque sirvieron para encubrir su gestión subversiva y a sus espías.

El liderazgo castrista rápidamente se percató de que no solo los cubanos se distinguen por la disfuncionalidad de apoyar Gobiernos tiránicos. Asumieron conciencia que, en todos los países, incluidos los más avanzados en derecho, hay idiotas útiles o compañeros de viaje prestos a servir como hemos podido apreciar a través de los años.

Hace unas semanas atrás, mi amigo Luis Rolle, capitán en condición de retiro del Ejército de Estados Unidos, me dijo que tenía la convicción de que el Gobierno del presidente Joe Biden se aprestaba a tomar medidas a favor del régimen cubano. Escuche su comentario con mucha atención, así que no me tomó por sorpresa que el totalitarismo cubano, una sempiterna amenaza a la seguridad de Estados Unidos, fuera una vez más favorecido por quienes algunos consideran el continuador de la política hacia Cuba de Barack Hussein Obama.

Es incomprensible que quienes promueven políticas favorables a regímenes de fuerza, a pesar del cumulo de fracasos de esas autocracias, aún disfruten del favor público y puedan seguir facilitando a los infractores de los derechos ciudadanos una cobertura que les favorece, gestión que los convierte, al menos, en “compañeros de viaje”.

El liderazgo castrista rápidamente se percató de que no solo los cubanos se distinguen por la disfuncionalidad de apoyar Gobiernos tiránicos

Desgraciadamente, encontramos a muchas personalidades que disfrutan ser compañeros de viaje de autócratas. Los vemos en la industria del espectáculo, la academia, corporaciones poderosas y en la política estadounidense, como se demostró con la exclusión del régimen de Cuba de la lista de estados terroristas, por suerte, reincorporada a esa sombría relación por el presidente Donald Trump el mismo día que asumió la conducción del país.

Es penoso, pero evidente también, que 66 años después sobran idiotas a plenitud que, a pesar de haber abandonado a Cuba, siguen añorando las piltrafas del régimen dejándose manipular de diferentes maneras por las autoridades castristas, sin que estén ausentes los infaltables pescadores en río revuelto, siempre listos para hacer negocios con la dictadura por tal de ganar dinero, aunque esté manchado con la sangre de sus compatriotas.

Aclaro, no apunto a la nostalgia por Cuba y lo cubano, una herida que muchos tenemos abierta. Escribo sobre las personas que, a pesar de haber tomado la decisión de dejar su país, defienden la gestión del nefasto Gobierno que les obligó a partir, así que sugiero que ambos términos, “tontos útiles y compañeros de viaje”, sean sintetizados en “idiotas útiles” porque después de tanta devastación habría que ser más categórico en estas calificaciones que demuestran que miles de año de evolución no impiden que todavía haya seres humanos con genes de rata.

También te puede interesar

Lo último

stats