Lula fuera de juego
Madrid/El fallo del Tribunal Electoral declarando ineligible a Lula da Silva es un paso más dentro del complicado juego de enredos en el que está implicado el potencial candidato del Partido de los Trabajadores (PT). Pese a su burdo intento de alargar la campaña y aprovechar el tirón electoral del expresidente, el PT ha decidido responsabilizar de todos sus males a la Justicia.
A la vista del escenario abierto en el proceso electoral hay dos preguntas que intentaré responder en esta Ventana. ¿Cuán efectiva es la estrategia "victimista" de Lula y del PT? Y, ¿qué escenarios se abren con Lula fuera de juego y un candidato bastante desconocido en su lugar? Ante la rotundidad del fallo, los dirigentes del PT insisten en posicionarse contra una legislación aprobada por ellos previamente.
Tras la repercusión de la teoría del golpe contra Dilma Rousseff, ahora prima la imagen del defensor de los humildes encarcelado por defender los intereses populares
Su argumento es la violencia judicial contra Lula y el avasallamiento del derecho del pueblo a elegir libremente al candidato. Todo indica que es una cortina de humo para esconder su verdadero objetivo, reconquistar la Presidencia. Tras la repercusión de la teoría del golpe contra Dilma Rousseff, ahora prima la imagen del defensor de los humildes encarcelado por defender los intereses populares.
La inhabilitación de Lula coincide con el inicio de la campaña en televisión, hasta ahora la madre de todas las batallas en la lucha presidencial. Pero, en esta oportunidad, ¿cuál será la penetración de las redes sociales? ¿podrán revertir el orden establecido o seguirán primando los viejos mecanismos?
Retirado Lula, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro es en el nuevo favorito, aunque no las tiene todas consigo. Primero, porque su tiempo en televisión es minúsculo comparado con el de los otros presidenciables. Y segundo, porque pese a que su suelo de 20% es firme, su techo también es bajo. Veremos si la televisión sigue como en el pasado y las opciones del centro derechista Geraldo Alckmin se consolidan, o si el manejo de las redes lo cambia todo y las opciones de Bolsonaro aumentan.
Hasta ahora las elecciones brasileñas han estado marcadas por la incertidumbre y mucho me temo que así seguirán hasta su desenlace
Hay que recordar que en el sistema electoral brasileño a doble vuelta los dos candidatos más votados pasan a la segunda. Su identidad será clave para analizar el voto popular y qué candidato será considerado el mal menor. En una disputa entre Bolsonaro y Alckmin o entre Bolsonaro y Marina Silva, buena parte de los votantes de izquierda probablemente se decanten por cerrar el camino a quien hace gala de un machismo insufrible y de graves tics antidemocráticos. Pero en tiempos de Trump cualquier vaticinio es arriesgado.
Otra opción sería un enfrentamiento entre Bolsonaro y Fernando Haddad, el probable sustituto de Lula. En ese caso habría que ver si puede más el fuerte rechazo a Lula o el más fuerte rechazo a Bolsonaro. También podría pasar que tras ser atacado por unos y otros Bolsonaro se desplome y no dispute la segunda vuelta. En ese caso se abre un final más incierto todavía. Hasta ahora las elecciones brasileñas han estado marcadas por la incertidumbre y mucho me temo que así seguirán hasta su desenlace.
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Nota de la Redacción: este análisis ha sido publicado previamente en El Heraldo de México. Lo reproducimos con la autorización del autor.
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