Lula y Petro, con novedades en el frente

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, junto a su homólogo colombiano, Gustavo Petro. (EFE)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, junto a su homólogo colombiano, Gustavo Petro. (EFE)
Pedro Corzo

25 de junio 2023 - 15:43

Miami/El convicto Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, son, en mi opinión, dos individuos consecuentes con los compromisos que contrajeron en etapas anteriores de sus vidas. Los que se equivocaron, fueron quienes los eligieron pensando que habían cambiado de criterio y asumido nuevas obligaciones.

Ignoro si Da Silva y Petro fueron marxistas convencidos o simples enemigos de la sociedad en las que les tocó crecer, pero, tanto las declaraciones de ambos como las acciones de gobierno, testimonian sus aspiraciones de impulsar la construcción de un mundo contrario a los valores de un sector importante de sus electores.

Al parecer la mala memoria que padecen muchos latinoamericanos les condujo a olvidar que el mandatario brasileño es un político corrupto sancionado por un tribunal de justicia de su país. Además de haber sido el principal promotor del Foro de Sao Paulo, el instrumento que el castrochavismo utilizó para extenderse por América Latina y crear organizaciones como Unasur, Alba y el Celac, todas con el objetivo de extender la influencia de regímenes dictatoriales o paradictatoriales, como califica el politólogo Carlos Sánchez Bersain, a los gobiernos surgidos bajo el despotismo electoral.

En honor a la verdad, no debemos sorprendernos ante la defensa de Da Silva de los regímenes de Nicaragua, Venezuela y Cuba, esas dictaduras son sus aliados naturales. El fallo está en quienes no piensan como él y lo eligen, además en los círculos internacionales, que por lo regular lo favorecen, por eso de la corrección política, del obrero que llegó a presidente.

No debemos sorprendernos ante la defensa de Da Silva de los regímenes de Nicaragua, Venezuela y Cuba, esas dictaduras son sus aliados naturales

Por su parte, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, militó en la agrupación insurgente Movimiento 19 de Abril, al no creer que a través de la vía electoral se pudiera cambiar el sistema de gobierno, un grave error, ya que a través de elecciones llegó a ser alcalde de la capital y senador de la República.

El pueblo le concedió a Petro el pasado año el mayor honor al que puede aspirar un ciudadano, la presidencia. Sin embargo, en vez de admitir que se equivocó al tomar las armas y luchar contra la imperfecta democracia, defendió en un reciente discurso el símbolo más oprobioso del socialismo real, que inspiraron la Unión Soviética y la Cuba de los hermanos Castro.

El presidente dijo en Alemania: "Después de una gran noche neoliberal como la llamamos nosotros, neoconservadora le dicen otros, que, por décadas, tres o cuatro décadas, ha dominado al mundo, fundamentalmente a partir precisamente de ese lugar geográfico y del derribo del muro de Berlín, trajo una oleada neoconservadora, una destrucción del movimiento obrero a escala mundial, un debilitamiento formidable y una pérdida entonces de valor de la izquierda".

La nostalgia del presidente Petro por un periodo de la historia que sintetiza el ignominioso Muro de Berlín demuestra que es un hombre de criterios firmes, que sus concepciones políticas e ideológicas no han cambiado, razón por la cual, los colombianos deben aprestarse a cambios importantes en el país, ya que su primer magistrado es un líder que sigue creyendo en las opciones que abrazó a los 17 años en el M-19, propuestas que los colombianos rechazaron durante décadas.

El señor Gustavo Petro tiene más potencial que Hugo Chávez para influenciar en el quehacer político del hemisferio, pero su aproximación a Nicolás Maduro puede ser nefasta para los mejores intereses de Colombia

Reitero mi comentario de hace unos meses. El señor Gustavo Petro tiene más potencial que Hugo Chávez para influenciar en el quehacer político del hemisferio, pero su aproximación a Nicolás Maduro puede ser nefasta para los mejores intereses de Colombia, tal y como lo fue Cuba para Venezuela.

Según el escritor José Antonio Albertini, las amistades que tienden a ser imperecederas son aquellas que se establecen en la adolescencia. Agregó que al igual que los compromisos políticos y sociales que algunos asumen en su primera juventud, débitos que parecen acompañarnos hasta el día del juicio final, sin importar los intereses a pagar. Creo, con pesar, que Da Silva y Petro parecen ser firmes muestras de lo inmutable de esas esperanzas que convertimos en deberes.

Esta reflexión tiene por supuesto aristas ingratas que generan inquietudes porque en ocasiones se forjan alianzas con individuos que en su juventud lucharon por postulados, de los cuales reniegan, llegando a correr riesgos para lograr una especie de reparación; no obstante, esos individuos tienen a su favor la experiencia de haber estado asociados a gestiones contrarias a la dignidad humana y reparar es una obligación cuando se comete un error.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

También te puede interesar

Lo último

stats