A propósito del primer aniversario de 'Insularis Magazine'
Miami/Insularis Magazine, revista digital de literatura, arte y pensamiento, acaba de cumplir su primer aniversario. Como editor de esta publicación, me honra que, durante su primer año de vida, haya sido un muestrario de la destacada labor creativa del exilio cubano y la cultura independiente en la Isla. Insularis no es la revista de una generación, ni la de un grupo artístico-literario, que se desmarca del resto con afán vanguardista o elitista; pero sí, la de diferentes generaciones de cubanos, que, dentro del contexto que les ha tocado vivir, han realizado una obra de innegable valor.
La cultura de un país no debe estar secuestrada por un grupo ni organización proveniente de un Estado como el cubano; un Estado que también ha centralizado la cultura y que ha condenado al ostracismo a escritores y artistas que no comulgan con sus directrices y que, por tanto, han decidido hacer su obra con libertad y sin las ataduras que impone la censura de un régimen dictatorial. En este aspecto, Insularis Magazine intenta fomentar la cultura libre e independiente en miras a una Cuba futura en la que la cultura no esté regida por el poder del Estado: madriguera del clientelismo y de los intereses partidistas o grupales, ese ogro filantrópico del que ya nos advirtió Octavio Paz.
Si la Cuba del futuro aspira a una verdadera democracia, debe también librarse de esa engañifa que es el Estado como patrocinador de la cultura, cuyo daño ha sido inconmensurable
El epicentro referencial de la cultura cubana no puede ser el oficialista, como se ha tratado de alguna forma imponer, incluso desde el exilio. La cultura de un país tampoco debe estar controlada por una línea de pensamiento determinada, que administra un grupo desde una posición de poder. La cultura cubana la dicta el criterio de cada creador, más allá de toda institución, organización y publicación. En consecuencia, Insularis Magazine se opone a toda homogeneización, ya sea política o estética, tendencia que impera cuando la cultura está en manos del Estado.
En el transcurso de estos 63 años de dictadura comunista, la cultura cubana también ha estado presente en el presidio político, en la marginalidad de un escritor o artista en un barrio de la Isla y en cualquier región del planeta donde vive exiliado un creador cubano, sin que por ello deba tener como referente absoluto la preponderancia de un grupo, con el fin de recibir reconocimiento, menos aún si este ha sido un benefactor del poder estatal. El hecho de que un escritor o artista haya decidido romper todo tipo de vínculo con la cultura oficial cubana y, por ende, no se haya beneficiado del caudal remunerativo de su maquinaria estatista, no significa que su obra no tiene el mismo valor: la creación tiene un valor per se, más allá de premios y otros avales que otorga la cultura bajo la égida del Estado a cambio de privar de su libre albedrío a escritores y artistas.
Si la Cuba del futuro aspira a una verdadera democracia, debe también librarse de esa engañifa que es el Estado como patrocinador de la cultura, cuyo daño ha sido inconmensurable, fundamentalmente en la creación de un pensamiento cautivo, y que ha abocado a escritores y artistas a plegarse a la censura y a los intereses de una cúpula gobernante para poder publicar o exponer su obra. La gratuidad con esclavitud no es filantropía. Para una cultura en defensa del individuo y del derecho pleno de cada creador a decidir sin la mediación del Estado, seguirá trabajando Insularis Magazine durante el próximo año.
________________________
Nota de la Redacción: Joaquín Gálvez es director de la revista digital Insularis Magazine.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.