Reformar si, cerrar no. Los Martí necesitan ser salvados
La reforma necesita replantearse en diferentes ramas y en el uso de nuevas tecnologías de las comunicaciones
Miami/Han sido muchas las voces de cubanos en el exilio y dentro de Cuba que se han elevado ante el cierre de los estudios Martí. Kari Lake, la asesora principal designada por el presidente Donald Trump para supervisar la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (Usagm) de un plumazo selló la suerte de esta institución: es una ruina, una carga para el contribuyente, con riesgos para la seguridad nacional, infiltración de espías, fake news, entre otras cosas. Concluir que esta agencia no tiene salvación casi es un eufemismo ante todo lo citado anteriormente.
Habiendo sido desde lejos un fiel observador de la tarea de los estudios Martí, no tengo la menor duda de que Lake no se ha equivocado en sus señalamientos e, incluso, hubiera podido señalar también las injusticias cometidas contra el personal por las administraciones anteriores, ya que todo esto contribuyó a que se apagaran los transmisores en los cayos de la Florida. Ese día triste, los periodistas profesionales que realizaron un maravillosos trabajo en esta última etapa recibieron el lamentable email de que quedarían despedidos a partir del último día de este mes.
No obstante, me rehúso a pensar que no existe una forma de que este maravilloso proyecto fundado en la Administración de Reagan, tengaineludiblemente que llegar a su fin. Los Martí pueden ser salvados y deben ser salvados. Depende mucho de lo que la propia comunidad cubanoamericana pueda plantearse al respecto.
No me refiero a defender un edificio, monumento en tecnología y aplicación, de los años de la Guerra Fría. El mundo ha seguido girando y en pleno auge de la revolución de las comunicaciones, Martí pudiera reabrirse con su objetivo inicial: “dar voz a los que no la tienen”, hoy más necesario que antes, ante el recrudecimiento del régimen de La Habana y sus lacayos de Venezuela y Nicaragua. Pero con objetivos y metas que puedan ser palpables y con logros que puedan ser demostrados. Que puedan dar cuentas de su trabajo, sus logros y las necesidades para llegar más lejos o, de forma pragmática, para cumplir con metodologías actuales, su labor y demostrar los resultados alcanzados.
Martí pudiera reabrirse pero con objetivos y metas que puedan ser palpables y con logros que puedan ser demostrados
No creo que desvincularse del Gobierno de Estados Unidos sea una opción. Martí Noticias siempre será blanco de espías que tratarán de penetrar y revelar a los enemigos de la libertad, lo que se hace y cómo se hace dentro de los estudios. Este es un peligro permanente, y ser ingenuos no puede ser una opción. Todos estamos expuestos a estos enemigos sin ser precisamente parte de esta emisora.
A diferencia de los últimos 30 años hoy existen en todo el mundo centros de ciencias aplicadas en las tecnologías de las comunicaciones con proyectos patentados y otros en modo experimental, de los que se podría hacer uso. Todos los años son múltiples los sistemas de comunicaciones que se patentan y las vías hoy de transmisión son tan avanzadas, que el mismo régimen de la Habana no estaría a la altura de poder frenar con su obsoleta tecnología, una nueva reapertura renovada, enfocada en el pueblo cubano, y su alcance podría llegar a otros como Nicaragua y Venezuela. Al final, José Martí es un cubano universal y su mensaje cabe para todos esos pueblos oprimidos de los que antes he hecho mención.
Toca entonces, además de la voluntad política, el diálogo, y quizás también el apoyo económico de la comunidad en el exilio para reformar a los Martí y rezar por una nueva reapertura.
No para seguir con una agenda de trabajo inaplicable y obsoleta. Esta reforma necesita replantearse en diferentes ramas y en el uso de nuevas tecnologías de las comunicaciones para cumplir con su misión. Pero creo que puede hacerse y debe hacerse.