En respuesta al 5 de septiembre
La Habana/Respuesta de Eliecer Ávila al artículo del periodista Julio Martínez Molina, autor de la columna Gritos y Susurros del periódico 5 de Septiembre de Cienfuegos, quien publicó en su espacio una crítica al artículo que apareciera en 14ymedio la semana pasada titulado Guerra de pandillas en La Habana.
Julio:
Desde La Habana lo saludo cordialmente, ya ve que vivimos cerca aunque por razones ilógicas de la vida debamos saludarnos y conocernos virtualmente. Yo siempre prefiero la conversación tradicional; el sentarse y hablar mirándose sin tapujos siempre ahuyenta fantasmas, aclara las cosas y nos reserva sorpresas inesperadas que nos sacan de nuestro acomodo mental, cosa no deseable para algunos, por desgracia.
He leído con atención su artículo. La primera parte no la entendí mucho. Después capté, más o menos, el sentido de los vericuetos literarios comparativos. Lo que pude determinar con cierta claridad es que a usted le parece que yo quiero exagerar una realidad hablando de ella como regla cuando los hechos constituyen más bien excepción.
Bueno, tal vez le sorprenda que yo le revele que estoy de acuerdo con usted en parte. Sé perfectamente que en Cuba no vivimos en el aspecto de la violencia pandillera la misma situación que algunos países vecinos como por ejemplo El Salvador. Y que peores ejemplos se pueden encontrar en la historia y la literatura de todos los tiempos. No obstante, yo no creo que para alertar sobre un mal tan perverso haya que esperar que este sea el día a día de nuestros barrios. Al contrario, creo que es ahora el momento de plantear los debates sobre ese y otros asuntos de extrema gravedad que en un abrir y cerrar de ojos pueden estar instalados y sólidos frente a nuestras narices.
Yo no sé si usted está autorizado a investigar los índices verdaderos de criminalidad y violencia en Cuba y especialmente en la capital, pero se asustaría mucho de solo saber la cifra de adolescentes muertos, heridos y lesionados que se generan diariamente sin que ni usted ni yo podamos siquiera enterarnos. Cualquier médico o enfermero de guardia de un hospital o policlínico se lo puede corroborar.
¿Considera usted razonable y positivo el silencio que se guarda al respecto por cuidar del "qué dirán"?
¿Considera usted razonable y positivo el silencio que se guarda al respecto por cuidar del "qué dirán"? Creo que bajo esa lógica que en Cuba aplica a casi todo sólo se ha conseguido agravar los problemas para tener que hablar de ellos finalmente cuando algunos ya no tienen solución.
El título a mi artículo no lo puse yo. Es bastante común que los editores lo escojan, pues su especialidad es llamar la atención a los lectores, y si con usted funcionó, seguro tenían razón. Pero tampoco se haga demasiadas ilusiones con la "excepcionalidad", pues desde que vivo en el Cerro he visto suficientes cosas como para escribir, no un artículo, sino un libro. Madres golpeando a sus hijos por todas partes y con lo que encuentren, cortes de manos y dedos a machetazos, mujer apuñalada y ahorcada... pero seguramente esto "sólo pasa en mi barrio"... De hecho le digo más, para que vea qué excepcional es mi barrio y me comprenda: aquí si una persona piensa distinto acaban con su vida de mil maneras, la comida está impagable, la gente se quiere ir, los burócratas roban a dos manos y después también se van, la mayoría de lo que compras es del mercado negro, los periodistas no sólo son censurados sino que también censuran.... ¿Se da cuenta usted?
Yo vivo en un barrio distinto al resto de Cuba. Por eso comprendo que usted no me crea. Pues usted seguramente vive en otro contexto. Pero no se preocupe por los detalles excepcionales y aislados que ocurren en mi bario, asumo que los sobrecumplimientos y la alegría que se vive en el resto del territorio nacional son mucho más importantes y merecen más espacio en periódicos que, como el suyo, sí han estado siempre comprometidos con la verdad.
Saludos.
Eliécer Ávila
* Texto publicado originalmente en Somosmascuba.com y reproducido con autorización del autor.