Automatización laboral: ¿Qué empleos están en la mira y cuáles resisten el embate tecnológico?
La revolución tecnológica ha dejado en evidencia una realidad ineludible: la automatización está transformando el panorama laboral global.
Según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en los próximos cinco años, un 23% de los empleos a nivel mundial podrían experimentar cambios significativos debido a la irrupción de la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas.
Otros estudios apuntan que estas tecnologías podrían poner en riesgo miles de trabajos para 2030 en Estados Unidos, aunque también tienen el potencial de impulsar 11 millones de puestos.
Es momento de sumar herramientas y conocimientos para abrirse paso en un mundo laboral que convivirá con la inteligencia artificial y los procesos de automatización.
En este sentido, el WEF considera esencial preparar a los trabajadores para los empleos que experimentarán crecimiento y se beneficiarán de la adopción de tecnologías avanzadas.
Es recomendable potenciar el CV y la carta de presentación en inglés y en español con conocimientos que abarquen estas áreas.
Los más vulnerables ante la automatización
Las ocupaciones que presentan un carácter rutinario, como las administrativas y las vinculadas al análisis elemental, son las más propensas a ser automatizadas.
Es decir, según el Foro Económico Mundial, los autorizadores de créditos y los administrativos podrían ver cómo hasta un 81% de sus tareas diarias se automatizan.
Otros roles, como los analistas de gestión y los teleoperadores, no se quedan atrás, con porcentajes de automatización del 70% y 68%, respectivamente. Además, roles como técnicos forenses, recepcionistas y agentes de corretaje también enfrentan un alto riesgo, con alrededor del 58% de sus tareas susceptibles de ser automatizadas.
Los que resisten el embate tecnológico
Por otro lado, hay empleos que, por su naturaleza, requieren un alto grado de interacción humana y colaboración.
Estos roles, como los encargados de negociar contratos o desarrollar programas educativos, tienen un menor riesgo de automatización.
Específicamente, los líderes de Recursos Humanos solo verían un 16,1% de sus tareas automatizadas, ya que gran parte de su labor implica coordinar y comunicarse con grandes grupos de personas.
Además, tareas como explicar normativas y formar a otros en procedimientos operativos son menos propensas a la automatización, pero pueden potenciarse con la asistencia de herramientas tecnológicas.
El potencial de los modelos de lenguaje de gran tamaño
El WEF destaca el papel de los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) basados en inteligencia artificial, que tienen un impacto significativo en tareas relacionadas con el procesamiento de lenguaje natural.
Estos modelos pueden potenciar empleos que enfatizan el pensamiento crítico y la resolución de problemas complejos, especialmente en áreas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Por ejemplo, los analistas de seguros podrían mejorar su eficiencia en un 100% gracias a estos sistemas generativos de IA.
Otros roles, como bioingenieros e ingenieros biomédicos, matemáticos y arquitectos de bases de datos, también pueden beneficiarse enormemente de estas herramientas, optimizando hasta un 80% de su tiempo laboral.
Impacto en el mercado laboral hacia 2030
Del mismo modo, un reciente estudio de Forrester Research, la IA podría poner en peligro millones de empleos en Estados Unidos hacia 2030.
Aunque el estudio se centra en la población norteamericana, es probable que estos cambios se reflejen en otras economías del mundo.
La IA generativa, una de las tecnologías más avanzadas en este campo, ya ha comenzado a causar estragos en sectores como el educativo.
A pesar de los beneficios evidentes que aporta, como la eficiencia en tareas repetitivas, también ha traído consigo desafíos y preocupaciones.
Por ejemplo, se estima que el 4,9% de los trabajos serán reemplazados por IA y procesos automáticos en la próxima década.
Lo más sorprendente es que no solo los trabajos rutinarios están en riesgo. Los denominados "trabajadores de cuello blanco", aquellos con estudios superiores y que trabajan en entornos de oficina, también podrían verse afectados.
Forrester Research proyecta que 2,4 millones de estos empleos podrían ser reemplazados por IA generativa.
Sin embargo, no todo es pesimismo: la IA también podría influir positivamente en 11 millones de empleos, potenciando su eficiencia y alcance.
Para enfrentar este cambio de paradigma, es esencial que tanto empresas como trabajadores se preparen. Esto incluye invertir en el "cociente robótico", es decir, la capacidad de colaborar con sistemas autónomos y de IA, y mejorar habilidades que la IA no pueda replicar.
Además, es crucial identificar y potenciar aquellos roles que serán menos susceptibles a la automatización, garantizando así un futuro laboral más estable y prometedor.