Almacenamiento de datos en la era digital
El creciente almacenamiento de archivos ha obligado a idear alternativas para guardar nuestros documentos digitales. Desde contenido multimedia hasta el texto plano de un proyecto de software, todo debe alojarse en un lugar seguro, portátil y confiable. Pero esto da pie a otra interrogante: ¿dónde puedo guardar y transportar mis datos de forma segura?
De todas las alternativas, los discos duros externos son los que llevan más tiempo en el mercado. Son económicos, confiables y se fabrican en diferentes capacidades según tus necesidades.
Si quieres conocer más sobre estos dispositivos de almacenamiento y sus cualidades, hoy analizaremos cada uno de sus detalles y las alternativas que existen a los discos duros externos.
¿Por qué uno externo y no interno?
Es una pregunta válida y su respuesta es sencilla: un disco duro interno se utiliza para almacenar programas, el sistema operativo y documentos de uso constante. Por el contrario, los discos externos sirven como copia de seguridad, para almacenar grandes volúmenes de datos o llevar contigo archivos de casa al trabajo y viceversa.
Gracias al avance de las interfaces USB, la comunicación entre el disco externo y el computador es tan rápida como con la de uno interno. En los mejores discos duros externos el USB 3.0 permite un acceso veloz a los datos, dando la posibilidad de abrir programas desde él, sin sufrir retrasos o cuellos de botella.
Llevando a otro nivel eso último, si tienes montado uno de los mejores procesadores en el ordenador, se podrían correr juegos desde el disco externo sin sufrir problemas de carga por latencia. Esto último es relativo, pero funciona con títulos como Fornite o GTAV.
Alternativas a un disco externo
Como mencioné al principio, los discos duros externos por USB llevan muchos años en el mercado. Pero como no son dispositivos perfectos, con el tiempo han surgido alternativas para solucionar algunos de sus inconvenientes: la necesidad de más velocidad y la robustez.
Los discos mecánicos tienen una limitación física inevitable, razón por la que no es posible ir más rápido o se vuelve inviable el sistema de control para mantener esas velocidades. La robustez, por su parte, se refiere a lo susceptibles que pueden ser al maltrato.
La solución ha sido el uso de unidades de estado sólido. Logran tiempos de carga mucho más rápidos, son más robustos pero también tienen inconvenientes: el límite de lectura/escritura y su costo, aunque esto último debería ir cayendo con el tiempo.
Las unidades de estado sólido más utilizadas son los SSD y M.2. Los fabricantes han logrado resolver en gran medida la cantidad de lecturas/escrituras, pero se sigue recomendando no almacenar datos críticos en ellos.
Almacenamiento remoto: la nube y discos virtuales
Otra manera de guardar tu información, pero con un acceso menos directo, es empleando almacenamiento online.
Servicios como estos existen muchos, pero los más adoptados por los usuarios son: la nube (Google Drive, Dropbox, One Drive, iCloud y muchos más) y los discos duros virtuales, que puedes contratar con empresas de hosting en internet.