Al compás de la corneta china
La Habana/En una fecha no precisada de comienzos del siglo XX los habaneros escucharon por primera vez el agudo y contagioso sonido de un instrumento hasta entonces desconocido, traído por inmigrantes asiáticos. Ocurrió en medio de un paseo de Carnaval y lo tocaban los miembros de una comparsa cuyo nombre era "Los chinos buenos". Poco después, el cornetín fue llevado a Santiago de Cuba donde se convirtió en una pieza principal de la conga santiaguera y fue bautizada como la corneta china.
En declaraciones emitidas a la prensa en vísperas de su visita a Cuba, el presidente Xi Jinping dijo: "China ha tocado el clarín para la profundización integral de la reforma, en tanto Cuba ya se encuentra impulsando la actualización de su modelo económico".
Ha pasado más de un siglo desde aquel memorable suceso cultural y otro aerófono asiático ha llegado hoy a La Habana a convocar un cambio de ritmo. Quizás menos pausado que el impulsado por Raúl Castro, caracterizado por la paulatina introducción de lentos y breves movimientos en nuestra sociedad. Sería mejor si esta fuera otra comparsa de chinos buenos y no los mensajeros de un nuevo autoritarismo.