¿Y la conceptualización …?
La Habana/Hace ya tres años que se realizó la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba. Como es de suponer, son pocas las personas, incluyendo a una buena parte de los militantes de esa organización, que recuerden qué fue lo que se acordó allí y mucho menos qué acuerdos de los allí adoptados se han quedado sin cumplir. ¿A quién le importa?
En el punto 62 del Capítulo II, titulado El trabajo político e ideológico, se plantea la tarea de "trabajar especialmente en la conceptualización de los fundamentos teóricos del modelo económico cubano." Ocho meses antes de aquella Conferencia, el Sexto Congreso había dado a conocer los Lineamientos de la Política Económica y Social. Todo parecía indicar que, ya que la conceptualización no pudo ser la fuente de inspiración de los lineamientos, al menos podría ser su posterior justificación teórica.
Sin embargo, la tarea de teorizar parece ser más compleja que la de la aplicación práctica o, para decirlo en la jerga oficial, "la implementación" de los lineamientos, que tiene una estructura al frente de la cual se encuentra el señor Marino Murillo, ministro de Economía. ¿Quién es el responsable de la conceptualización? ¿Qué entidad tiene el compromiso de realizarla? Nadie lo sabe.
El término "actualización" ha sido elegido para definir lo que en entornos menos oficiales se menciona como "reformas" del modelo económico cubano. El génesis de dicho modelo se diseñó en aquellas tesis económicas que en 1975, durante el primer Congreso del Partido, pusieron en práctica el llamado Sistema de Dirección y Planificación de la Economía. Pero aquel andamiaje se vino abajo cuando en 1986 el comandante desató el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas. Todo lo que ha venido después ha sido una cadena de improvisaciones llena de parches para ir resolviendo. Cuando ahora se habla de "actualizar" nadie explica con claridad ni lo que ha envejecido ni de dónde han salido las novedades. ¡Esa sería la tarea de la conceptualización!
Cuando ahora se habla de “actualizar” nadie explica con claridad ni lo que ha envejecido ni de dónde han salido las novedades
La primera condición para cumplir esta misión imposible de conceptualizar lo trazado por los lineamientos sería que las formulaciones guarden alguna coherencia con los principios de la doctrina marxista leninista o, al menos, con alguna de las vaguedades enunciadas por el líder histórico. Ni siquiera Cantinflas podría hacerlo. A no ser que algún iluminado, egresado de la Escuela Nacional del Partido Ñico López, haya encontrado las claves de la nueva revelación. Pero la evolución de nuestra realidad demanda otro tipo de instrumentación teórica. Apelar a las herramientas conceptuales que dieron origen a los problemas no puede dar como resultado la aparición de soluciones. Esto sería como tratar de sostener los principios geocéntricos usando la teoría de las cuerdas o explicar el teatro bufo cubano con el método Stanislavski.
Ya falta poco más de un año para el séptimo Congreso del PCC. Por una elemental formalidad, la conceptualización debería estar presentable antes de ese evento que deberá discutirla y aprobarla. ¿A quién le importa?
