‘Como lo conocí’ del 11 de abril de 2025

La Habana/El afán de notoriedad, la frustración, el miedo, han llevado a muchos cubanos a convertirse en delatores, en informantes de la policía política, en chivatos. Les queda el recurso de creerse o de hacerle creer a los demás que su vocación de traidores se despertó en un ataque de patriotismo.

Esa es la fachada con la que Manuel David Orrio cubre su deleznable papel como testigo en el juicio de algunos periodistas independientes que resultaron condenados tras la Primavera Negra de 2003. Allí quedó desenmascarado como el agente Miguel. 

Ha confesado que le molestó salir de ese closet, porque hubiera preferido seguir haciéndose pasar por quien no tenía el coraje de ser realmente.