‘Como lo conocí’ del 24 de enero de 2025

La Habana/El poeta Eliseo Diego (1920-1994) es una de esas personalidades de la cultura cubana que con el paso del tiempo, en lugar de olvidarse, consolidan su presencia en lo que pudiera llamarse "el parnaso nacional".

Me recibió en su casa porque yo era amigo de su hijo Lichi (de quién hablaré en otro momento). Escuché su voz, cálida y dulce, no en las grabaciones de su poesía, sino en esas conversaciones triviales que se acompañan con una taza de café o un vaso de ron y donde se narran anécdotas de la infancia, se confiesan pecados menores y se hacen chistes políticamente incorrectos.

Su poesía, cargada de una peculiar espiritualidad, carece de esos deslumbramientos propios de una estéril experimentación. Sus poemas se entienden, se disfrutan, se recuerdan.

Leí al poeta, conocí a la persona, y aquí se los cuento.