Callejeros

En estas dos fotos que comparo aquí, no tengo la intención de insinuar que da lo mismo estar en Buenos Aires que en La Habana, porque siempre habrá gente durmiendo en la calle.

El habanero (quizás sea de otra provincia) que duerme sin camisa a pleno sol en la céntrica Avenida de los Presidentes esquina a 23, en el corazón del Vedado, ha dejado sus zapatos al alcance de quien quiera robárselos, calculando quizás que no habrá nadie más pobre que él. Su pantalón lo lleva atado con algo que evidentemente no es un cinto y podría apostarse que ha ingerido una buena dosis de alcohol. Atrás, reminiscencias del mundial de fútbol, una bandera argentina escoltada por una de Alemania y otra de Brasil.

El argentino (probablemente sea un inmigrante) se protege de un leve frío quizás con demasiada ropa y tiene algo así como un maletín como almohada. Su imagen podría ilustrar el drama de muchos desempleados, de gente que ha visto destrozada su vida con la última crisis. Detrás autos más o menos lujosos que hacen más contrastante su miseria. En los muros la señal libertaria de unos grafitis que nadie se ha molestado en tapar. La calle se ve limpia y todo el que pasa por su lado lo ignora.

Si duermen estarán soñando cosas diferentes, pero igualmente inalcanzables.