¿Internet para todos?
La Habana/En el reciente discurso pronunciado por el vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, para concluir el Primer Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad volvió a quedar claro que para los dirigentes del Partido Comunista solo son ciudadanos cubanos aquellos que comparten sus propuestas políticas.
A lo largo de su intervención hubo diversas alusiones a la idea de que el proceso de informatizar la sociedad cubana habrá de ser inclusivo, al punto de expresar que "necesitamos distinguirnos por un Internet y por una informatización con todos y para el bien de todos". Sin embargo, ya había advertido que "en el ciberespacio hemos enfrentado la agresión para subvertir ideológicamente a nuestra juventud...", haciendo referencia a los proyectos Piramideo y Zunzuneo y repitió de todas las formas posibles el concepto de que todo avance en el camino de la informatización estará "al servicio de la construcción del socialismo próspero y sostenible que se pretende".
En los primeros años de la revolución rusa, Lenin había lanzado esta osada definición: "Comunismo es electrificación más poder de los soviets". En su época, la electrificación tenía la misma pujanza de modernidad que tiene en nuestros días la informatización. Si la fantasía le hubiera alcanzado, el vicepresidente cubano hubiera podido formular que "el socialismo próspero y sostenible es igual a informatización más Poder Popular", pero una cosa es usar la red de redes para impulsar fines políticos y otra adecuar la red para que funcione a favor de una ideología.
Una cosa es usar la red de redes para impulsar fines políticos y otra adecuar la red para que funcione a favor de una ideología
Cuando José Martí dijo aquello de "con todos y para el bien de todos" ni siquiera se refería solo a todos los cubanos, sino que incluía también a los españoles. El actual concepto de "todos" no puede dejar fuera a los que tienen otra opción al socialismo. Los funcionarios oficiales deberían exponer esa exclusividad de forma clara y enfática, además de ofrecer garantías de que se cumplirá con la no segregación por motivos de pensamiento político. La brecha digital es tan lamentable cuando se ahonda por cuestiones económicas, como cuando es la ideología la causante de las desconexión de unos y el empoderamiento tecnológico de otros.
Ni a Lenin se le hubiera ocurrido que la electricidad solo podría usarse para llegar al comunismo.