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Lunes de arena, jueves de polvo

Reinaldo Escobar

12 de octubre 2011 - 16:45

Al otro día de ver en el noticiero de la televisión un reportaje triunfalista sobre la venta liberada de materiales de construcción y bajo la presión de su esposa, que lleva años pidiéndole que haga un closet en el cuarto, mi vecino Chicho fue al rastro de la calle Paseo esquina a 33 para comprar arena lavada, polvo de piedra, cemento y bloques de diez centímetros de espesor. Lo otro, las herramientas y los conocimientos los pondría él pues para eso estuvo más de seis años como albañil en los ya lejanos tiempos de la microbrigada.

Caminó desde su casa hasta el lugar con la esperanza de que allí habría alguien con espíritu emprendedor que prestara los servicios de transporte de materiales y efectivamente, afuera un viejo Toyota con un pequeño tráiler y dos hombres con carretillas de mano aguardaban a los clientes. Les hizo un leve gesto que significaba “ahora mismo cargamos y nos vamos” y entró a una especie de oficina donde una mujer llenaba los vales y cobraba. ¿Quién es el último? Preguntó por puro formalismo pues había una sola persona frente al mostrador. Cuando le correspondió ser atendido y ya con la billetera en la mano le dijo a la dependienta: “mi amor, ponme ahí 40 bloques de 10, una bolsa de cemento, dos sacos de arena y otro de polvo de piedra”.

La mujer lo miró como si él fuera un marciano y con su mejor mueca en los labios le preguntó: ¿Tú no viste lo que dice la pizarra?

Sólo entonces se percató de que a la entrada había un cartón negro escrito con tiza blanca, pero que había obviado por el entusiasmo con que pretendía comportarse como un cliente. “Es que soy débil visual” mintió para justificarse. Entonces la mujer le dijo: “para la arena tienes que venir los lunes y marcar temprano. Ese mismo día toca despachar el cemento y los bloques, aunque los de diez no están saliendo ahora. Pero fíjate, el polvo de piedra solo es los jueves.”

“¿Entonces tengo que venir dos veces y pagar dos viajes distintos?”

“Ven acá mijo, tú además de corto de vista eres sordo, o te me estás haciendo el extranjero?

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