Mañana juzgaron a Fidel Castro
Mañana, 16 de octubre, se cumplirán 59 años de que Fidel Castro fuera juzgado por la causa número 37 relacionada con el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Dicen algunos de sus biógrafos que allí pronunció su alegato de autodefensa conocido como “La Historia me absolverá”, otros afirman que lo que dijo allí fue mucho más breve y menos sustancioso y que luego, en la serenidad de su fecunda prisión, fue que redactó lo que su memoria le dictaba. En el patio de mi casa camagüeyana todavía debe estar guardado en un pomo de cristal un ejemplar de aquella primera edición, que mi padre – por temor a un registro- enterró en un sitio que nunca pudimos encontrar.
En aquel texto, donde se prefiguraba su plataforma política, puede apreciarse el pensamiento de un hombre de centro izquierda que menciona el tema de la explotación a los trabajadores pero no anuncia la dictadura del proletariado, que denuncia los excesos de la United Fruit pero no condena al imperialismo por su nombre. Ya en la década de los años 60 conforme al espíritu triunfalista de los medios oficiales, se proclamó el cumplimiento del programa del Moncada. Por esos días el autor del alegato, confesó que ya para aquella época era marxista leninista.
Muy lejos estábamos todos de imaginar que aquel joven antitiránico llegaría a tener en sus manos, durante medio siglo, un poder absoluto sobre los destinos de Cuba. Nadie debe ser juzgado dos veces por el mismo hecho, ni por los tribunales, ni por la historia. En aquella ocasión Fidel Castro fue condenado a 15 años de prisión, de los cuales solo cumplió menos de 20 meses, porque la sangrienta e implacable dictadura de Fulgencio Batista, oyendo el clamor popular, decretó una amnistía para los presos políticos. Fue una amnistía, no una licencia extrapenal.
La historia que se escribió posteriormente no solo absolvió, sino que felicitó a los autores del asalto. Hablo de los libros de historia con los que estudia mi hijo en la escuela y de todos los libros de historia que han sido permitidos publicar en Cuba. Sobre lo ocurrido después (elija el lector los hechos) ningún tribunal se ha pronunciado.
Mañana será otro día.