Adiós a La Polémica Digital
Cuando un amigo se va… dice una canción interpretada por Alberto Cortéz que le arranca un par de lágrimas a cualquiera. Pues bien, esa congoja del adiós a la que se refiere el tema musical no ocurre sólo cuando alguien muy cercano parte. También duele si debemos decir adiós a personas que no conocemos físicamente, pero con las que compartimos el extenso espacio de Internet. Gente a la que hemos leído y seguido en la web y con las que incluso tuvimos posiciones contrapuestas en muchos temas. Es el caso de Elaine Díaz, quien acaba de anunciar el fin de su blog La polémica digital. Después de cinco años de publicar en ese sitio “personalísimo, subjetivo”, la periodista ha decidido echarle el cierre y dedicarse a la docencia y a la investigación. Una pérdida para la pluralidad de la blogósfera cubana.
Aunque nunca respondió a la invitaciones que le hicimos para que intercambiara opiniones con bloggers de Voces Cubanas, eso no disminuyó mi simpatía por ella. Tampoco el desaire de no aceptar la mención especial del concurso Una Isla Virtual hizo mella en el respeto que muchos le profesábamos a su escritura. Ni siquiera dejé de leerla y defenderla frente a sus múltiples detractores cuando más de una vez lanzó contra mí la manida andanada de las acusaciones oficiales. Mucho menos permití que su triste actuación en el programa de la Seguridad del Estado, “Las Razones de Cuba”, me enturbiara el disfrute de sus textos sinceros, valientes, juveniles. Porque en Elaine Díaz yo veía algo de esa Yoani Sánchez veinteañera que fui, con la ilusión de que el sistema se podía reformar desde adentro. Acercarme a su prosa era un viaje a mi propio pasado.
Lamentablemente, el blog La Polémica digital se ha despedido de sus lectores. Y aunque la explicación de su autora refiere a nuevos derroteros profesionales, cuesta creer que se trate sólo de eso. Elaine Díaz había transgredido los límites de la crítica permitida a cualquiera que trabaje en los medios oficiales o en un centro académico en Cuba. Recuerdo, por ejemplo, su denuncia sobre la corrupción en un preuniversitario ( I, II, III, IV y V ) en el campo, donde tocaba el estratégico tema de la calidad educativa y de la pérdida de valores de profesores y alumnos. También en esa lista cabe un magnífico reportaje salido de sus teclas alrededor del daño social y ambiental que estaban causando los grupos electrógenos en su poblado ( I, II, III y IV ), cuando es sabido que cuestionar la sacrosanta “Revolución Energética” era señalar directamente a Fidel Castro. El puntillazo final quizás fue su llamado a #nolesvotes en Twitter para impedir que los electores avalaran a los miembros de una Asamblea Nacional que no representa los intereses del pueblo.
El desenlace era de esperar. Sólo queda mantener la esperanza de que un día esta joven vuelva a tener un espacio virtual, sin límites, sin el temor de acercarse a nadie para debatir una idea; sin tener que hacerle ninguna concesión a la censura. Pensar en leer a la Elaine Díaz de ese momento es para mí ya como un viaje al futuro.