Un año después
Algo que me arrastró a esta aventura de escribir un Blog fue el sinsabor dejado por el fin de la polémica de los intelectuales de enero del 2007. Una tarde, como hoy 30 de enero, esperábamos -un grupo de jóvenes- para poder entrar a la conferencia “El quinquenio gris, revisitando el término”. El encuentro en la Casa de las Américas pretendía canalizar e institucionalizar un debate que ya llevaba un par de semanas elevando la temperatura de los correos electrónicos cubanos. Una selecta lista de invitados fue entrando a la sala “Che Guevara”, mientras nuestro “grupo de impertinentes” veía –desde afuera- cómo llegaba la medianoche.
Estuvimos allí –marcadamente protestones- impedidos por los custodios y los burócratas de entrar para opinar y contar nuestros encontronazos con la censura y el dogmatismo. Le pusimos rima a una cadencia que apelaba al organizador principal del evento: “Desiderio, Desidero, oye mi criterio”, pero tampoco funcionó. Adentro, la voz del Ministro de Cultura repetía la idea de que en una plaza sitiada, disentir es traicionar; mientras en la misma esquina de G y Malecón la frustración de los que no fueron escuchados, derivó en hastío y en un masivo regreso a casa.
Un año después, no sé muy bien qué nos dejaron aquellas “Palabras de los intelectuales” intercambiadas por email. Qué nos quedó de ese paquete de quejas y demandas que comenzó como crítica a la política cultural de la revolución y derivó en un cuestionamiento a TODO. Intuyo que el debate fue secuestrado por las instituciones, apresado por un mundo académico lleno de conceptos y palabritas complicadas, condenado a tomar el cauce del inminente congreso de la UNEAC.
No obstante, nos dejó –al menos a los que estábamos afuera- la convicción de que no podemos esperar porque nos dejen entrar al próximo debate. A mi, personalmente, me sumó una gota definitoria para comenzar con este exorcismo que se llama “Generación Y”. Me dotó de la espátula para el largo vómito contenido que (discúlpenme lo asqueante de la metáfora) ha caído estrepitosamente sobre este Blog.