Inaugurados
Finalmente, han inaugurado los dos ascensores de mi edificio, después de un año de montaje y una larga etapa de prueba. El viernes fue la reunión para anunciar las reglas de uso de los dos artefactos, que ya tienen la apariencia de llevar una década en funcionamiento. El encuentro de vecinos derivó en gritos y quejas, pues el enorme bloque de concreto donde vivimos se deteriora cada día y no hay recursos para repararlo. Ni siquiera la buena noticia de no tener que subir por las escaleras puede ocultar la apariencia de ruina reciente que tiene este inmueble modelo yugoslavo.
También han aumentado la cantidad de dinero que se recoge por cada familia, para lograr pagar el salario de dos jubilados que vigilaran los ascensores. Como en el interior de la cabina apenas hay espacio para cinco personas, los “custodios” de los aparatos rusos permanecerán en una silla sentados a la entrada. Algunos aseguran que en lugar de mirar el tablero y los botones, estos ancianos -militantes del PCC- estarán más al tanto de lo que llevamos en las jabas o de quién nos visita. Espero que los guardianes duren unos quince días, hasta que la falta de constancia que caracteriza todo aquí, relaje el asunto de la supervisión.
Lo que menos me gusta de todo esto es que se vuelva a aplicar la fórmula de mayor control, disciplina y vigilancia creyendo que con eso se solucionarán los problemas. Personalmente, creo que todo iría mejor si cada vecino sintiera que el edificio le pertenece y que las áreas comunes son también parte de nuestra casa. Sin embargo, años de no poder decidir qué ocurre en ellas, han creado esta sensación de distanciamiento y cierta tendencia a “depredarlas”. Una vez nos quitaron una esquina para hacer el local de la zona de los CDR y convirtieron el área donde jugaban los niños en una oficina de la OFICODA, sin previo consenso de los que vivimos aquí. Con el tiempo y las sucesivas intromisiones de cuanto organismo estatal necesitaba un fragmento de nuestras espaciosa planta baja, llegamos a la conclusión de que nada de esto es nuestro. Ni siquiera los dos ascensores que hace un par de días acaban de ser inaugurados.
P.D: El tema Juanes y su concierto del 20 de septiembre sigue generando mucho debate, de manera que se ha creado un nuevo sitio bajo el nombre de Paz sin Fronteras, donde se localizará toda la información que salga al respecto. Allí tendrán espacio las opiniones de varios bloggers y comentaristas respecto a la visita del cantante colombiano a nuestro país.