Mañach y lo nuevo
Quiero compartir un párrafo sacado del libro Estampas de San Cristóbal de Jorge Mañach. En un texto dedicado a unas esculturas con formas de ranas ubicadas alguna vez en el Parque Maceo (curioso, porque aunque ese fue uno de los parques de mi infancia, no recuerdo tales ranas… si alguien las vio alguna vez, por favor que me saque de mi amnesia…) Mañach pone en boca de su cicerone Luján la siguiente disertación:
"No; no me extraña que las censuren (a las ranas), hijo. Son nuevas. La novedad siempre es aquí –paradójicamente, por ser como somos un país joven-, motivo de antagonismo y suspicacia… ¡Que no me digan!: los pueblos jóvenes son los más aferrados a lo convencional. Retóricos en las formas, ortodoxos en los conceptos hasta la cal de los huesos. Cuando surge algo insólito, sólo se fijan en que discrepa y no en cómo discrepa ni en si tiene el derecho de discrepar, con tal que lo ejerza bellamente."