Retos de la prensa cubana
“El diario no hablaba de ti…”… canta la voz de Joaquín Sabina, mientras leo el periódico Granma. En la portada hay, como casi siempre, alguna efeméride. Un homenaje a una figura del pasado, un recordatorio, la frase que alguien dijo hace cuarenta o cincuenta años. Todas las páginas tienen ese tufo rancio del periodismo que no quiere atreverse con el presente, que evita el hoy y el ahora.
La prensa oficial cubana no puede reformarse, porque se suicidaría. Para informar sobre la realidad nacional tendría que renunciar a su papel de propaganda ideológica. No basta con que cambie el diseño en sus sitios digitales, agregue nuevas firmas en sus reportajes o mantenga las cartas de lectores con denuncias a burócratas y corruptos. Debe ir más allá y despojarse de sus compromisos políticos y adquirir como única obligación la verdad. Pero eso… eso sabemos que no lo puede hacer.
Espero más de la prensa que está por surgir o por consolidarse que de un “nuevo periodismo oficial”. Pero también estoy consciente de que la labor informativa hecha desde la sociedad civil, precaria e ilegalizada, debe mejorar. La información no es trinchera ni arma de nadie. Los sucesos no deben narrarse a partir de lo que queremos sino tal y como ocurrieron.
Por su parte, la variedad temática no resulta para nada contraria a la defensa de la libertad ni de los derechos humanos. Hay muchas formas de decir y de decir bellamente. Debemos buscar entonces maneras de informar que nos hagan llegar más a los lectores del patio. Creatividad, atrevimiento y diversidad de puntos de vista nos ayudarían a ser mejores profesionales de la prensa. Vale la pena transitar ese camino.
Por mi parte, ya estoy dando los primeros pasos. El conteo regresivo para ese medio digital que llevo preparando hace cuatro años, ha comenzado. Un nuevo reto profesional se acerca, pero no será en solitario, sino acompañada de un equipo de gente talentosa que quiere hacer periodismo con mayúsculas.
En las próximas semanas este blog personal se transformará –frente a vuestros ojos- en un medio de PRENSA. ¡Se agradecen las palabras de ánimo!