¡No me lo van a creer!
Pues parece que, después de muchos años de parálisis, el reloj de la Estación central de Ferrocarril ha vuelto a funcionar. Claro que eso no significa que ahora los trenes salgan a su hora, pero al menos los pasajeros pueden comprobar la envergadura del retraso...
Aquí les pongo una foto del que está en la fachada de la Lonja del Comercio, a ver si también lo reparan y podemos empezar a cronometrar la lentitud de nuestra economía.