Del Oggún al Magric pasaron dos años y los cubanos siguen sin tractores
La Habana/Hace dos años, después de un largo período de solicitudes y expectativas, la empresa estadounidense de fabricación de tractores Cleber fue excluida de los proyectos aprobados para instalarse en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, a pesar de ofrecer un equipo muy necesario para los productores agrícolas cubanos. El tractor que promovía la compañía -compacto, ligero y apodado Oggún- habría resuelto muchos de los problemas a los que se enfrentan los campesinos en Cuba.
Pero a las "sesudas" autoridades que deciden sobre la economía nacional les pareció que la maquinaria Oggún no cumplía "los estándares de innovación que exige ese centro empresarial".
Ahora, la prensa oficial promueve el prototipo nacional Magric 80.2, del que según uno de sus creadores, se "aprovecharon la experiencia adquirida con la reconstrucción de los tractores Yumz en los años 90 y la disponibilidad de recursos relacionados con la fabricación de tractolvas. En los inventarios tenían el motor, la caja de transmisión y otros agregados". El equipo "será sometido a prueba próximamente", añade un artículo sobre el tema publicado en Granma.
O sea, dos años después de rechazar a Cleber y su compacto Oggún, ahora resulta que el prototipo nacional no ha sido ni siquiera probado. Cuando empiece a producirse para su comercialización ¿se venderá en moneda convertible (dígase dólares)? Entonces los agricultores de esta Isla habrán perdido varios años para obtener tan necesaria maquinaria y los clientes de los mercados habremos dejado de consumir kilogramos y kilogramos de vegetales, verduras, frutas y granos.
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