La fiesta guajira cubana también vive en los campos de Florida

14ymedio/Mario J. Pentón

11 de mayo 2017 - 23:28

Miami/Lo primero es amolar los cuchillos, que no son las herramientas para hacer música pero no hay décima cubana que no vaya acompañada de su lechón asado. El ron corre desde temprano, para calentar los ánimos y las gargantas. Sin embargo, nada de eso importa porque es la utilería de una escena que es fundamentalmente acústica y musical.

Los guajiros cubanos del sur de Florida se empeñan en mantener sus tradiciones a pesar de la distancia y de las décadas que han vivido lejos de su Isla.

“Para nosotros es muy importante mantener nuestras raíces, la cultura cubana y que se mantenga vivo todo lo relacionado con las tradiciones campesinas”, explica Roberto García, un poeta cienfueguero, residente en Homestead, al sur de Florida.

Todos saben que nadie terminará herido pero el mejor “versador” ganará prestigio, nombre y un lugar en el sitial de los repentistas.

Los guajiros de Florida, como los de Cuba, van vestidos de blanco. Algunos llevan anchos sombreros de guano.

Se enzarzan en la pelea. El alcohol ha hecho su parte, los amigos y familiares ríen o abuchean según sea de acertado el octosílabo que brote. Esos hombres -porque la mayoría son varones- parecen jugarse su nombre y su prestigio en cada improvisación.

Los guajiros de Florida, como los de Cuba, van vestidos de blanco. Algunos llevan anchos sombreros de guano

Hablan de amor y de pérdida, de dolor y distancia. Los celos se arremolinan y las acusaciones de infidelidad surcan el cielo. Las alusiones a la tierra, el surco y la vida social están, pero muchas veces son mero decorado. Lo que se canta son las grandes pasiones humanas: placer, despecho, tristeza y esperanza.

"La décima o espinela se convirtió en la ‘estrofa nacional’ de los cubanos, en el molde perfecto tanto para sus quejas y requiebros sentimentales, como para sus cantos de dolor, de denuncia social, o de simple narración cotidiana con carácter festivo, satírico, burlón, lúdico o circunstancial", dice Alexis Díaz-Pimienta en su ensayo Breve acercamiento a la historia de la décima y el repentismo en Cuba.

En la contienda, gana el más rápido y conciso, el que logre hilvanar las mejores rimas, pero también tejer ideas ingeniosas y complejas.

Guitarras, güiros, guarachas,

Forman la G de mi canto;

De la U tu azul encanto,

Y brindan A las muchachas.

J en jiras juegas –bachas

jaraneras–; I, es suspiro;

la R el rostro que miro,

y la O, el son que cayó

cuando dijiste que no

para mi canto GUAJIRO, decía el folklorista villaclareño Samuel Feijóo.

Al terminar la noche, el público los recibe con abrazos de orgullo para el bando ganador y de ánimo al “gallo” que perdió la pelea verbal.

García nació en Santa Isabel de las Lajas, un pueblo de la zona central de la Isla que se ha dado a conocer por músicos de la talla de Bartolomé Maximiliano Moré, más conocido como Benny Moré o el bárbaro del ritmo. El intérprete y compositor cantó en su juventud en peñas campesinas.

“Dentro de la música campesina el punto guajiro tiene un lugar muy especial. Su origen se remonta a las comunidades de isleños [canarios] asentados en Cuba en la etapa colonial. La tradición canaria, junto a otros elementos andaluces y el aporte africano, hicieron la mezcla perfecta para aderezar el guateque criollo, la fiesta de los campos de la Isla”, explica.

“Dentro de la música campesina el punto guajiro tiene un lugar muy especial. Su origen se remonta a las comunidades de isleños [canarios] asentados en Cuba en la etapa colonial"

Los poetas animan la fiesta con improvisaciones en las que frecuentemente se enzarzan en desafíos verbales que requieren un gran dominio de la rima y el lenguaje, pero fundamentalmente de la agilidad mental para construir versos con lógica y picardía.

Roberto García llegó a Miami hace más de veinte años y, para su sorpresa, el repentismo y la décima campesina se mantenían vivas gracias a una generación de poetas que se encargó de asentarlas en esta pequeña Cuba construida por los exiliados.

“Hay poetas que llevan cuarenta o cincuenta años aquí, pero seguimos cantando a Cuba y añorando nuestra tierra”, dice.

“Cada domingo decenas de poetas nos reunimos en Rancho Bejucal. Ese es el sitio que hemos escogido para celebrar los guateques que son transmitidos por el canal 41”, explica García.

El Rancho sirve como puente con la Isla, de donde llegan frecuentemente importantes repentistas.

“Hay cubanoamericanos, nacidos aquí, que también son músicos y poetas. Hasta en Nueva Jersey puedes encontrar repentistas”

“Esta semana estaremos despidiendo a Yoslay García, que regresa a Cuba después de pasar unas semanas de visita en Miami. Ese joven está considerado uno de los mejores exponentes de la música campesina en la Isla”, añade.

Lejos de las cámaras y en un ambiente más privado, este domingo se reunieron en el salón Rincón Tropical de Hialeah algunos de los principales poetas de Rancho Bejucal: Manolo Soriano, conocido como el torpedo de Bejucal; Robertico Martínez, el bardo californiano; Justico González e Irán Fundora. Junto a Francisco Enríquez, un destacado poeta y escritor cubano los artistas dedicaron un guateque a Mario Rodríguez.

“Mario es uno de los grandes poetas del exilio. Durante más de 30 años estuvo cantando como profesional en Cuba, por eso le dedicamos este homenaje”, explica García.

“Este poeta es uno de los pioneros, de los que ha echado la semilla de nuestra cultura en esta tierra extranjera”, añade el repentista, quien asegura que los primeros frutos de esa cosecha de poetas exiliados ya se pueden apreciar.

“Hay cubanoamericanos, nacidos aquí, que también son músicos y poetas. Hasta en Nueva Jersey puedes encontrar repentistas”.

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Nota de la Redacción: 14ymedio se ha aliado con el New World Symphony de Miami para formar parte del Proyecto305, una iniciativa que busca recoger clips de audio y video para ser usados en una obra orquestal que refleje el espíritu de la ciudad. Como parte del proyecto, estaremos brindando a nuestros lectores una serie de notas sobre la música cubana que se escucha en Miami. Si vive en Miami y le gustaría contribuir al proyecto con sus sonidos cotidianos o musicales, favor de descargar la aplicación del Proyecto305 en su sitio web.

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