Rezar con fervor la oración Ave María es renovar la fe en tiempos adversos

La situación que se vive en el mundo con la pandemia del Coronavirus ha sido un tiempo para acrecentar la fe y el fervor religioso. Hoy más que nunca, la oración Ave María retumba en los corazones de millones de personas, porque el pedimento a la Virgen del "ruega por nosotros" es un clamor mundial. La oración del Espíritu Santo es también aclamada en muchos rincones del planeta, bajo el exhorto de librarnos de este mal y que la vida retome la normalidad.

"Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén". Cuán vigentes están en los corazones de millones de personas en el mundo estas palabras, hoy cuando en el planeta se libra una batalla contra un mal que azota a la humanidad entera, como es el Coronavirus.

Hoy más que nunca, la hermosa oración Ave María está latente en todos los rincones del mundo como un clamor ante este virus que se ha cobrado miles de vidas y que afecta a personas, familias, comunidades enteras, y trastoca profundamente la economía de todos los países.

Así como el fervor del Ave María se renueva más aún en tiempos adversos como los actuales, también se engrandece y se da más valor al significado de una oración también muy especial como es la del Espíritu Santo. Pedirle que llene los corazones de sus fieles, y encienda en ellos el fuego de su amor, son hermosas palabras contenidas en esta oración que hoy nutren el alma.

Origen de la oración Ave María

Orarle a la Virgen María es una acción que se remonta a tiempos muy antiguos. Esta invocación a Jesucristo, a través de su santa madre, es un canal fervoroso que los católicos tienen para que sus necesidades sean escuchadas por Dios, ya que les permite tener esa sensación de confianza y tranquilidad, sobre todo, en momentos adversos como los que hoy vive el mundo con el Coronavirus. Así como en episodios negativos individuales y de toda índole: guerras, recesiones, pobreza y tantos males que azotan al mundo que requieren el amor y la compasión de Dios.

La parte de la oración en la que se le dice a María "llena de gracia" y que "Dios está con ella", son hermosas frases que están contenidas en la Biblia (San Lucas), que relatan el episodio en el que el Arcángel Gabriel anuncia la próxima llegada de Jesús. Otra parte de la oración refleja la visita que la prima Isabel le hace a María en la que le dice que "está bendita entre todas las mujeres" y que también "es bendito el fruto de su vientre".

Esta oración, aprobada por el Papa San Pío V, es catalogada como milagrosa, razón por la que los fieles católicos la rezan constantemente con mucha devoción y hoy más que nunca se hace eco de ella con mucho fervor.

Plegaria al Espíritu Santo

El mundo hoy vive una situación inédita, la cuarentena es global y la vida cotidiana ha sido trastocada por el temor de contraer una enfermedad que puede llegar a ser mortal. En este escenario tan convulso, la oración del Espíritu Santo se impone como un alivio espiritual.

Es una plegaria para que todo se cumpla de acuerdo con la oración final del Hijo a su Padre celestial a través de la gracia del Espíritu Santo, señalándole como espíritu de amor hacia la Iglesia, las instituciones, las almas y los pueblos.

Sin duda, son éstas unas palabras que retumban en los corazones de millones de personas en el mundo, que hoy están elevando plegarias a Dios para que libre a la humanidad del mal del Coronavirus y todas las consecuencias negativas que está dejando a su paso.

El acercamiento a Dios a través de estas oraciones, está ayudando a personas en todos los países a llenarse de esa gracia espiritual que se necesita para tener el aplomo para afrontar la crisis y la certeza de que se va a salir adelante. Dios es bueno y misericordioso, no pone cargas que no se pueden soportar, "Él está ahí" y a través de estas plegarias escucha a sus fieles y le da la paz para sobrellevar tan aciago momento.