El cambio climático añadió una media de 41 días de calor peligroso en 2024, según un informe

El año cerrará como el más cálido jamás registrado, superando 1,5 grados y dejando una serie de desastres

El balance de fallecidos ya supera los 50 muertos por las inundaciones.
El extraordinario calentamiento del Mediterráneo propicia el agravamiento de fenómenos como el que dejó más de 200 muertos en Valencia este octubre. / EFE/Jorge Zapata.
EFE

27 de diciembre 2024 - 12:41

Madrid/El cambio climático añadió una media de 41 días de "calor peligroso" en 2024 que perjudicaron la salud humana y los ecosistemas, según el primer informe anual publicado por el grupo de científicos del World Weather Attribution (WWA) y el grupo de especialistas Climate Central.

El estudio, que repasa los efectos climáticos extremos durante los últimos doce meses, advierte de que "todos los países" deben prepararse para el aumento de estos riesgos a fin de minimizar las muertes y los daños en 2025 y en años posteriores.

Según el documento, el año que está ahora finalizando agregó 41 días "extra" de "calor peligroso", un resultado obtenido tras el examen de las temperaturas más cálidas entre 1991 y 2020 en distintas zonas del planeta para fijar un umbral local y compararlo luego con las mediciones obtenidas durante el año en curso.

Su análisis apunta a que el 21 de julio fue "el día más caluroso (de media) registrado en la Tierra, antes de que el 22 de julio batiera posteriormente ese récord"

Su análisis apunta a que el 21 de julio fue "el día más caluroso (de media) registrado en la Tierra, antes de que el 22 de julio batiera posteriormente ese récord" con el mayor número de personas jamás registrado expuestas a temperaturas excesivamente altas: 5.300 millones.

Las regiones con mayor número de jornadas con calor peligroso añadido fueron las más cercanas al ecuador y pertenecían "en su gran mayoría" a los llamados SIDS (Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, por sus siglas en inglés).

De hecho, 18 de los 20 países que experimentaron estas elevadas temperaturas –durante más de 130 días de calor adicionales, en su caso– pertenecían a este grupo.

El informe afirma que “si el mundo no abandona rápidamente el petróleo, el gas y el carbón, el número de días de calor peligroso seguirá aumentando cada año y amenazará la salud pública” aún más.

El documento también analiza cómo afectó el clima extremo al planeta a través de distintos tipos de desastres: olas de calor (79 episodios en todo el mundo), inundaciones (54), tormentas (48), incendios forestales (19), sequías (11) y olas de frío (8) con la intervención en algunos de los casos del fenómeno de El Niño.

Según sus datos, a lo largo de 2024 un total de 219 sucesos cumplieron con los criterios de activación de WWA utilizados para identificar los fenómenos meteorológicos más impactantes, con América (68) y Asia (63) como regiones más afectadas, seguidas por Europa (28), África (26) y Oceanía (16), a los que hay que sumar 18 fenómenos de carácter intercontinental.

Los científicos, que estudiaron 29 de estos sucesos, encontraron "evidencia clara del cambio climático" en 26 de ellos

Los científicos, que estudiaron 29 de estos sucesos, encontraron "evidencia clara del cambio climático" en 26 de ellos.

Algunos de los casos que se mencionan fueron las inundaciones en Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad, que se cuentan "entre las más mortíferas del año", ya que según sus cálculos dejaron al menos 2.000 personas muertas y millones de desplazados.

Entre los peores protagonistas también figura el huracán Helene, que causó más de dos centenares de muertos en seis estados de EE UU, y la sequía en la región de la Amazonía, donde se registraron incendios de gran intensidad.

Las recomendaciones del estudio para 2025 incluyen un abandono "más rápido" de los combustibles fósiles, mejoras en alerta temprana de situaciones peligrosas, informes en tiempo real de las muertes por calor y financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes.

A punto de concluir, 2024 cierra como el año más cálido jamás registrado, con una anomalía térmica a nivel global que por primera vez supera 1,5 grados de media respecto a la era preindustrial tras dejar una serie de desastres climáticos: desde asfixiantes olas de calor, hasta huracanes, lluvias torrenciales, sequías, incendios e inundaciones mortales.

Las catástrofes climáticas han inmortalizado este año estampas inéditas como las lluvias torrenciales en el desierto del Sáhara en Marruecos tras el verano o las trágicas inundaciones de dimensiones nunca vistas en la ciudad española de Valencia, a orillas del Mediterráneo, a finales de octubre, con más de 220 muertos.

Este mar en el sur de Europa y norte de África, que se calienta mucho más rápido que el resto y alcanzó temperaturas en torno a 30 grados durante el verano, con registros récord, se trata de una bomba de relojería, según los expertos, para la instigación de danas o gotas frías con lluvias torrenciales como las de Valencia.

Este mar en el sur de Europa y norte de África, que se calienta mucho más rápido que el resto y alcanzó temperaturas en torno a 30 grados durante el verano, es una bomba de relojería

La sequía por las altas temperaturas junto con episodios frecuentes sin lluvias están dejando un impacto sin precedentes en el mundo, desde Asia, hasta el resto de continentes, incluida Europa, y especialmente África, donde la falta de agua causa estragos, y en sudamérica la selva amazónica se deshidrata.

El verano de 2024, con varios récords de altas temperaturas siguiendo la tendencia de los últimos años, ha sido el más caluroso en el planeta desde que hay registros, según los datos del programa europeo Copernicus, referente mundial en monitorización climática.

De enero a noviembre de 2024, la anomalía térmica en el mundo fue de 0,72 grados superior al promedio del período 1991-2020.

El 2024 registró una anomalía térmica de 1,5 °C de promedio a nivel global por encima de los niveles preindustriales (1850-1900), lo que supone una clara advertencia del efecto acelerado del cambio climático, según los datos actualizados del programa Copernicus.

El Acuerdo de París de 2025 fijó el límite de 1,5 grados como umbral máximo de seguridad de aumento de temperaturas estimado por los científicos del panel sobre cambio climático de la ONU para evitar un punto de no retorno para la supervivencia del planeta.

La senda del colapso podría haberse iniciado según los datos, aunque aún no se ha sobrepasado el techo fijado por los expertos, porque habría de mantenerse de forma sostenida varios años, dado que los cambios de temperatura a largo plazo se determinan con escalas de tiempo decenales para eludir la variabilidad natural de algún año o mes.

La senda del colapso podría haberse iniciado según los datos, aunque aún no se ha sobrepasado el techo fijado por los expertos

Los principales gases causantes del calentamiento global han seguido creciendo; el 2024 cerrará con un nuevo récord de emisiones de CO2 de la industria fósil tras aumentar el 0,8 % respecto a 2023, con 37.400 millones de toneladas vertidas a la atmósfera, según el panel Global Carbon Project.

Las temperaturas de la superficie del mar han sido una vez más inusualmente altas; según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU (NOAA), el 35% del océano global experimentó en julio de 2024 una ola de calor marina, temperatura que afecta a los ecosistemas y puede hacerlo también al desarrollo de ciclones tropicales.

De hecho, la temporada de huracanes en el Atlántico ha sido especialmente catastrófica; destacan entre otros, Beryl, Helene o Milton, que formado en el Golfo de México este último pasó de categoría 1 a 5 en un día, y tocó tierra en la costa de Florida (EE UU) en octubre con categoría 3 y vientos huracanados.

La situación de los polos también empeora, con un aumento del nivel del mar que amenaza con ahogar a territorios enteros que reclaman ayuda urgente como las llamadas islas-país que son estados soberanos rodeados de agua.

El hielo marino antártico es el segundo más bajo registrado jamás y la pérdida de glaciares se acelera; el Ártico podría experimentar su primer verano sin hielo marino en 2027, según una reciente investigación científica.

El hielo marino antártico es el segundo más bajo registrado jamás y la pérdida de glaciares se acelera; el Ártico podría experimentar su primer verano sin hielo marino en 2027

Los incendios forestales de nueva generación, con llamas cada vez más voraces y extensas, avivados por el cambio climático, se extienden de forma irrefrenable desde África, hasta América o Asia, pero también por Europa, Canadá y otros países del norte global.

Este mes de diciembre un incendio en la ciudad estadounidense de lujosas mansiones conocida como Malibú (California) ha obligado a evacuar a miles de personas por el riesgo de propagación. Por otra parte, Canadá ha vivido el segundo peor año de incendios forestales de los últimos 20 años.

En otras partes del continente, Bolivia ha sufrido la peor crisis de incendios forestales de su historia; en Brasil, la Amazonía y el Pantanal, dos de los ecosistemas más importantes del planeta, se registraron incendios devastadores y Chile vivió una de las peores temporadas de incendios en años recientes.

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