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Genios a los que dijimos adiós

Entre las estrellas que hemos despedido destaca la matemática iraní Maryam Mirzajani, primera mujer en conseguir la Medalla Fields, o la antropóloga francesa Françoise Héritier, sucesora de Lévi-Strauss.

La Agencia SINC presenta un listado con los científicos fallecidos en 2017. (14ymedio)
Laura Chaparro/Agencia SINC

01 de enero 2018 - 16:49

Madrid/"¿Por qué debería preocuparme de la muerte? ¡No va a suceder mientras viva!". El matemático Raymond Smullyan bromeaba así sobre el fin de la vida. Smullyan es uno de los científicos fallecidos este año que está a punto de terminar. Entre las estrellas que hemos despedido destaca la matemática iraní Maryam Mirzajani, primera mujer en conseguir la Medalla Fields, o la antropóloga francesa Françoise Héritier, sucesora de Lévi-Strauss.

Derek Parfit, el filósofo innovador (11 de diciembre de 1942 – 1 de enero de 2017)

Arrancábamos el año con el fallecimiento del filósofo británico Derek Parfit. Nacido en China, donde sus padres trabajaban como médicos, Parfit dedicó su vida académica a ser profesor de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y de otras instituciones. Su libro Razones y Personas (1984) influyó a más de una generación de pensadores.

En 2014 recibió el Premio Rolf Shock de Lógica y Filosofía “por sus contribuciones innovadoras sobre la identidad personal, el respeto a las generaciones futuras y el análisis de la estructura de las teorías morales”.

Zygmunt Bauman y la modernidad líquida (19 de noviembre de 1925 – 9 de enero de 2017)

El padre de la “modernidad líquida”, el sociólogo polaco de origen judío Zygmunt Bauman, estudió durante décadas el holocausto, el socialismo, la globalización y la modernidad. Presente en numerosos debates y festivales, se convirtió en un icono pop de la sociología. Con su famosa “modernidad líquida” se refería a las sociedades globales como extensión de la modernidad, en lugar de ser una transición hacia la posmodernidad.

La familia de Bauman tuvo que huir de Polonia por la ocupación nazi y se asentaron en la Unión Soviética, en cuyas filas se alistó el joven. Bauman dedicó su vida a enseñar filosofía y sociología en universidades de Polonia, Israel, Estados Unidos y Canadá.

Su discurso durante la ceremonia de los Premios Príncipes de Asturias de 2010 –recibió el de Comunicación y Humanidades compartido con Alain Touraine– fue un homenaje a Cervantes. “Don Quijote no fue conquistador, fue conquistado. Pero en su derrota, tal y como nos enseñó Cervantes, demostró que la única cosa que nos queda frente a esa ineludible derrota que se llama vida es intentar comprenderla”, declaró.

Eugene Cernan, el último que pisó la Luna (14 de marzo de 1934 – 16 de enero de 2017)

“El desafío de América de hoy ha forjado el destino del hombre del mañana”, decía el estadounidense Eugene Cernan el 11 de diciembre de 1972 mientras caminaba sobre la Luna. El astronauta, comandante de la misión Apolo 17, fue el último en pisar el satélite.

Cernan fue aviador de la Armada de Estados Unidos, ingeniero eléctrico, ingeniero aeronáutico y piloto de caza. Con la NASA viajó tres veces al espacio: como tripulante de la misión Gemini9A, como piloto de la Apolo 10 y como comandante de la Apolo 17.

Gertrudis de la Fuente, pionera de la bioquímica en España (21 de agosto de 1921 – 23 de enero de 2017)

Gertrudis de la Fuente fue la primera investigadora española en publicar un artículo en Nature. Como recordaba la catedrática María José Sáez en El País, de la Fuente simboliza la lucha de la igualdad durante la dictadura franquista.

Tras las dificultades educativas de su niñez, al ser mujer y vivir en un poblado ferroviario de Cáceres porque su padre era maquinista, la joven pudo sacarse el bachillerato cuando su progenitor se jubiló y se trasladaron a Madrid. Entró en la universidad en la década de 1940 y se doctoró en Ciencias Químicas

En el CSIC consiguió ser profesora de investigación en 1962 y catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde su posición se convirtió en pionera de la bioquímica en España y coordinó la investigación del síndrome tóxico del aceite de colza, una intoxicación masiva de 1981 que acabó con la vida de más de mil personas.

Raymond Smullyan y sus acertijos lógicos (25 de mayo de 1919 – 6 de febrero de 2017)

Gran parte de la formación matemática del estadounidense Raymond Smullyan la recibió de forma autodidacta. Tras su paso intermitente por varias universidades, consiguió licenciarse en matemáticas con 36 años. Hasta entonces, trabajó como mago y profesor de música para ganarse la vida.

Era genuina su larga melena blanca y su barba que lo asemejaban al más famoso de los magos, Gandalf, de El señor de los anillos. La pasión que tuvo por los trucos y la lógica la plasmó en sus famosos acertijos lógicos, que publicó siendo ya profesor de la Universidad de Nueva York (EEUU). El primer beso de la que sería su esposa lo consiguió con un rompecabezas.

Alekséi A. Abrikósov y la teoría sobre superconductores (25 de junio de 1928 – 29 de marzo de 2017)

Cuando algunas sustancias se enfrían a temperaturas extremadamente bajas, se convierten en superconductores, al conducir la corriente eléctrica sin resistencia. El ruso Alekséi A. Abrikósov dedicó su carrera a estudiar estos materiales exóticos y fue reconocido con el Premio Nobel de Física de 2003, compartido con Vitaly L. Ginzburg y Anthony J. Legget.

El comité reconoció sus “contribuciones pioneras a la teoría de superconductores y superfluidos”, dos fenómenos de la física cuántica. De padres médicos y criado en Moscú, el físico trabajó en varias universidades rusas y de Estados Unidos en la última etapa de su vida académica.

Robert Taylor, el abuelo de internet (10 de febrero de 1932 – 13 de abril de 2017)

En la década de los sesenta, cuando Bob Taylor investigaba para el Pentágono, lanzó una red que marcó un antes y un después en el mundo de las telecomunicaciones: ARPANET. El germen de la actual Internet se concibió como un medio de comunicación entre diferentes instituciones.

El trabajo de Taylor fue reconocido con la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación de Estados Unidos en 1999 por “el liderazgo visionario en el desarrollo de la tecnología informática moderna”. Hijo de un pastor metodista de Texas (EE UU), fue marine en la Guerra de Corea, estudió Psicología y trabajó para la NASA antes de llegar a la agencia ARPA (la actual DARPA).

Jean E. Sammet, la programadora escéptica (23 de marzo de 1928 – 21 de mayo de 2017)

Cuando la joven estudiante de Matemáticas Jean E. Sammet vio un ordenador por primera vez en la Universidad de Illinois (EEUU) no le causó ninguna impresión. Entonces no imaginaba que se convertiría en una de las programadoras más importantes de la historia.

Con otros compañeros y en jornadas maratonianas desarrolló el lenguaje COBOL, que permitía trabajar tanto con números como con datos comerciales. De hecho, muchas agencias gubernamentales todavía incluyen líneas de este código. La científica trabajó para IBM y se convirtió en la primera mujer presidenta de la Asociación de Maquinaria Computacional.

Maryam Mirzakhani, la matemática que hizo historia (3 de mayo de 1977 – 15 de julio de 2017)

En 2014, la matemática iraní Maryam Mirzakhani consiguió un hito histórico: ser la primera mujer que recibía la medalla Fields, considerada el Nobel de las matemáticas, “por su avances sobresalientes en las superficies de Riemann y sus espacios modulares”.

Mirzakhani, profesora en la Universidad de Stanford (EEUU), se licenció en Matemáticas en Teherán (Irán) y se doctoró en la Universidad de Harvard (EEUU). En una entrevista publicada en The Guardian, la matemática afirmó haber tenido suerte porque pudo recibir una muy buena educación en Irán.

Sobre la vocación matemática, la científica recalcó que no todos los estudiantes tienen que llegar a tenerla, pero que deberían darle una oportunidad a la asignatura. “La belleza de las matemáticas solo se muestra a los seguidores más pacientes”, declaró. Su temprana muerte a los cuarenta años como consecuencia de un cáncer conmocionó a la comunidad científica.

Lotfi A. Zadeh, el padre de la lógica difusa (4 de febrero de 1921 – 6 de septiembre de 2017)

La lógica difusa permite que los ordenadores sean mucho más que máquinas de cálculo, al dotarlos de la capacidad de evaluar matices. El padre de esta teoría, el ingeniero electrónico Lotfi A. Zadeh, hizo posible que las máquinas trabajen con conceptos imprecisos, como los humanos.

Por su teoría recibió el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2013 en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación. En los últimos cincuenta años, esta metodología ha generado más de 50.000 patentes en Japón y Estados Unidos.

“Los humanos tenemos una sorprendente capacidad de razonar y tomar decisiones basadas en información imprecisa y en un conocimiento parcial (…). El principal objetivo de la lógica difusa es formalizar esta capacidad”, afirmó.

René Drucker, el divulgador mexicano (15 de mayo de 1937 – 17 de septiembre de 2017)

Además de ser docente, investigador y ocupar importantes puestos de gestión en la Universidad Nacional Autónoma de México, René Drucker fue un gran divulgador. Aprovechaba su posición de articulista en periódicos y revistas para difundir el conocimiento científico.

Desde 2012 era secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México y en 2015 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Córdoba, por sus aportaciones a la neurociencia y a la divulgación científica. En su acto de investidura en la ciudad andaluza Drucker reclamó que los gobiernos aumentaran la inversión en investigación. “Existe una correlación muy evidente entre los países poderosos económicamente que dominan las economías mundiales y la calidad y cantidad de ciencia que producen”, recordó.

Linda Nochlin, la defensora de la mujer en el arte (30 de enero de 1931 – 29 de octubre de 2017)

“¿Por qué no ha habido grandes artistas mujeres?”, se preguntó en 1971 la historiadora del arte Linda Nochlin. La respuesta la plasmó en un artículo que revolucionó este campo de estudio tan tradicional. “Las artes, como un centenar de otras áreas, son atrofiantes, opresivas y desalentadoras para todos aquellos, incluidas las mujeres, que no hayan tenido la fortuna de nacer blancos, preferiblemente de clase media y sobre todo, hombres”, afirmó en el texto.

Nochlin alternó su docencia universitaria en diferentes centros de Estados Unidos con su carrera de escritora. También fue comisaria de varias exposiciones centradas en artistas femeninas como Feminismos globales, que se expuso en 2007 en el Museo Brooklyn (EEUU).

Jesús Mosterín, el filósofo de la ciencia (24 de septiembre de 1941 – 4 de octubre de 2017)

En una entrevista en la revista Jot Down, Jesús Mosterín afirmaba: “Una filosofía al margen de la ciencia es la cosa más aburrida y menos sexy que uno pueda imaginar”. Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Barcelona, Mosterín es reconocido como el filósofo de la ciencia, que huía de los dogmas y estudiaba los hechos de forma analítica. Él introdujo en España la filosofía analítica.

Su interés por la naturaleza le llevó a colaborar con el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente y a manifestarse en contra de las corridas de toros y el maltrato animal. Durante su carrera investigadora publicó numerosas obras, muchas dedicadas a la lógica matemática y a la filosofía de la ciencia, dos campos que impulsó en España.

Françoise Héritier, la sucesora de Lévi-Strauss (15 de noviembre de 1933 – 15 de noviembre de 2017)

“La humanidad es la especie más estúpida: es la única donde los machos matan a sus hembras”, dijo Françoise Héritier. La antropóloga francesa probó que la violencia de género no responde a ninguna ferocidad natural, sino a un exceso de cultura patriarcal.

Considerada como la sucesora de Lévi-Strauss, quien sentó las bases del estructuralismo antropológico, Héritier consiguió la plaza de titular de la cátedra de antropología del prestigioso Colegio de Francia, donde también había trabajado su maestro. Aunque reconoció la singularidad biológica de los dos sexos, la antropóloga negó que hubiera diferencias en el funcionamiento y organización cerebral, en base a los descubrimientos de la neurología. Fue distinguida con la Gran Cruz de la Orden Nacional del Mérito en 2011.

Julio Rodríguez Villanueva, impulsor de la microbiología (27 de abril de 1928 – 21 de noviembre de 2017)

Hablar de microbiología en España es hablar de Julio Rodríguez Villanueva. El que fuera rector de la Universidad de Salamanca entre 1972 y 1979 fue uno de los científicos más brillantes del país. Doctor en bioquímica por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) en 1959, en su vida se sucedieron los éxitos científicos y académicos.

Entre sus cargos destacan la presidencia de la Conferencia de Rectores de Universidades del Estado (CRUE), ser delegado español en el Consejo Científico de la OCDE y presidente del Comité Asesor del Centro Europeo de Educación Superior de la UNESCO. Fue reconocido con numerosos premios entre ellos el Premio Rey Jaime I en Investigación Básica (1990), la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio (1964) y el Premio Nacional de Ciencias del CSIC (1974).

Gabriela Morreale, la madre de la prueba del talón (1930 – 4 de diciembre de 2017)

En España la prueba del talón que los facultativos practican a los neonatos extrayéndoles sangre de esa parte del cuerpo es posible gracias a Gabriela Morreale y a su marido, Francisco Escobar. En 1976 el matrimonio empezó a medir la tirotropina y las hormonas tiroideas en sangre del talón de los recién nacidos para prevenir la deficiencia mental por hipotiroidismo congénito no tratado.

Desde su tesis doctoral, la carrera de Morreale estuvo centrada en la tiroides y en cómo la falta de yodo era una de las causas del bocio, la inflamación de la glándula. Con sus investigaciones se erradicó prácticamente la patología en nuestro país, al empezar a venderse sal yodada y dar suplementos de yodo a las embarazadas para mejorar el desarrollo cerebral del feto.

La investigadora italoespañola presidió la Sociedad Española de Endocrinología y fue una de las fundadoras de la Asociación Europea de Tiroides, que también presidió. Entre los reconocimientos que recibió destaca el Premio Nacional de Investigación en Medicina (compartido con su marido en 1977) y el Premio Rey Jaime I en Medicina Clínica (1998).

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