Unos 1.615 guajiros han sido juzgados por tráfico y sacrificio de ganado, la mayoría con penas de cárcel

El Gobierno sigue aplicando una política de "máxima severidad" con las ilegalidades ganaderas

El Gobierno achaca los pobres rendimientos de la ganadería al hurto
El Gobierno achaca los pobres rendimientos de la ganadería al hurto / 'Granma'
14ymedio

29 de octubre 2024 - 19:27

La Habana/Hasta agosto de este año el régimen cubano juzgó a 1.615 personas por “conductas asociadas al delito de sacrificio ilegal de ganado mayor y tráfico de sus carnes”, informó este martes el diario oficialista Granma. Las sanciones, señaló el medio, son el saldo del “ejercicio de control del uso y tenencia de la tierra y la ganadería” que el Gobierno comenzó a realizar en marzo pasado. 

“En correspondencia con las disposiciones del Código Penal”, al 90% de los sancionados se le impuso penas privativas de libertad, explicó el medio. De ellos, el 78% fue condenado con sanciones de hasta 15 años de cárcel, “lo que pone de manifiesto el rigor en el tratamiento a esas conductas”. Además, a los acusados se les confiscaron sus bienes y se les aplicaron “otras sanciones accesorias dispuestas en la ley”.

Según Granma, que defiende el rigor de las medidas, las sanciones tienen como premisa “ordenar la masa ganadera y lograr una mayor disciplina en los campos, de modo que cada productor sepa la responsabilidad que tiene como criador de ganado con el control, el cuidado y la declaración de los eventos”.

El Gobierno logra dos de sus objetivos: intimidar a los guajiros y responsabilizar a los productores

Con estas acciones, el Gobierno logra dos de sus objetivos: intimidar a los guajiros, que han mostrado su incomodidad con el control al ganado y la tierra, y responsabilizar a los productores por la debacle de la agricultura, pese a que los ganaderos han denunciado la escasez de recursos para mantener sus cultivos y sus animales, además del poco apoyo del Gobierno. 

No obstante, Granma recuerda a los campesinos que los negocios fuera de los canales estatales son inadmisibles. Por tráfico de carnes, las penas varían entre los tres y los ocho años; por comprarlas, de seis meses a un año –además de una multa– y con agravantes para quienes intenten vender el producto “a centros de elaboración, producción, comercio o venta de alimentos”.

Tanto el sector ganadero como el de la agricultura viven momentos de crisis en la Isla. En pasado julio, Alexis Rodríguez, director general de Economía y Desarrollo Agropecuario del Ministerio de la Agricultura, reconoció frente al Parlamento la debacle: de los 10 rubros fundamentales en la agricultura, desde 2023 y hasta julio pasado, solo se habían cumplido los planes de cuatro: las hortalizas, las viandas, el maíz y el arroz. En estado crítico se encuentran las producciones de carne, leche y huevo.

De los 10 rubros fundamentales en la agricultura, desde 2023 y hasta julio pasado, solo se habían cumplido los planes de cuatro

Por ejemplo, Cuba ha perdido el 62% de sus gallinas y el 72% de los cerdos desde 2020. El pasado 10 de octubre, el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, informó en el programa oficial Mesa Redonda sobre los primeros resultados del ejercicio de control del uso y tenencia de la tierra y la ganadería.

En su reporte, achacó los pobres rendimientos de la ganadería al hurto y sacrificio que, según Granma, se penaliza con entre cuatro y ocho años de prisión. Pérez Brito añadió que existen otros tipos de ilegalidades, como las compraventas ilegales, los animales sin marcaje, así como los faltantes y muertes que figuran en los registros. 

Las alternativas para frenar la debacle, más allá de fiscalizar a los guajiros hasta el cansancio, han sido pocas. “Nuestro país tiene políticas aprobadas para la tierra que no tiene nadie más, como prestarla gratuitamente para sembrar” o “a las cooperativas le estamos otorgando una mayor autonomía para su gestión”, han sido los argumentos de los funcionarios para lavarse las manos de la crisis.

Algunas pistas, no obstante, ha dejado el oficialismo para descifrar el problema: “Se han destruido las áreas ganaderas” y con ellas gran porcentaje de la industria, confesó Granma el pasado abril. Asimismo, el Estado ha reconocido no contar con el presupuesto para revivir la agricultura.

El Estado ha reconocido no contar con el presupuesto para revivir la agricultura

En un artículo publicado el 4 de abril de este año, titulado Hay maneras de frenar el deterioro de la ganadería, el campesino Miguel Valdés Carmenate, de Ciego de Ávila, dijo en una entrevista que el sector en el país “anda mal porque llevamos muchos años permitiendo que se destruya”.

Su mensaje fue un recordatorio de las carencias que sufren los campesinos. “Para un animal adulto, para echarse a rumiar debe tener no menos de 45 o 50 libras de forraje en el vientre y se bebe más de 70 litros de agua diariamente. Y más de la mitad de las vaquerías no tienen ni lo uno ni lo otro”, alertó.

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