Solo 50 empresas cubanas solicitaron la reducción de aranceles a la importación de materias primas

La medida, aprobada por el Gobierno para promover la producción nacional, no ha dado demasiados resultados en los primeros cuatro meses

La Isla se ha vuelto cada vez más dependiente de las importaciones, asegura Cuba Siglo 21. (Cubadebate)
La reducción de aranceles se anunció para fomentar la producción nacional, pero en cuatro meses tuvo poco recorrido. / Cubadebate
14ymedio

22 de mayo 2024 - 16:54

Madrid/Uno de los anuncios estrella del programa económico del Gobierno cubano para 2024 fue la bajada de los aranceles a la importación de materias primas para elaborar productos finales en la Isla. La medida entró en vigor con su publicación en la Gaceta Oficial el 25 de enero, pero cuatro meses después, la noticia es que solo hay 50 solicitudes para acogerse a la reducción.

“Se aprobó una reducción en un 50% de las tarifas arancelarias para la importación de insumos y de materias primas a procesos productivos, sobre todo, vinculados a la producción de alimentos”, dijo el ministro de Finanzas y precios Vladimir Regueiro Ale este martes en televisión. 

“Esto podemos comentar, a modo de actualización, que hemos recibido 50 solicitudes, exactamente, para este arancel reducido, donde hay una presencia importante de las formas de gestión no estatal”, detalló. De sus palabras no queda claro si esas –escasas– peticiones se han formalizado, ya que más adelante valoró el impacto económico. 

“El sacrificio de la medida es que ha presentado un ajuste de más de cinco millones en reducción del arancel”, cuantificó el ministro, que incidió en que los alimentos son los principales beneficiados. “Lo hemos comprobado a través de todo el sistema de inspección aduanera, con la participación de nuestros especialistas, en seguir la ruta desde la importación hasta el destino de esas materias primas, de esos insumos, para que realmente se revierta en un beneficio de esa producción”, puntualizó.

“El sacrificio de la medida es que ha presentado un ajuste de más de cinco millones en reducción del arancel”

La decisión de modificar los aranceles se tomó en un doble sentido. A la reducción del 50%, que implicaba –ya se avisó– un análisis sobre el destino de cada producto y es coherente con lo dilatado de los tiempos, se sumaba el encarecimiento de los productos finales. En este caso se subían las dos tarifas, la que se aplica de manera general y la de "nación más favorecida", que pasaban del 10% y 5% al 30% y 15%, respectivamente.

El objetivo era incentivar la producción nacional, toda vez que se estaba comprobando que los negocios privados no estaban fomentando la industria cubana, sino comprando fuera para vender dentro, pero el resultado no parece esperanzador a corto plazo y ante la emergencia alimentaria que vive la Isla. No obstante, el ministro afirmó que “se siguen estudiando los alcances de esta proyección”.

La comparecencia de Regueiro Ale en Mesa Redonda tenía como presunto objetivo hablar del estado de las finanzas, pero no resultó ser lo que los espectadores esperaban. Los comentarios a la reseña del programa en Cubadebate dejan ver la insatisfacción por la falta de información y medidas reales entre la población –“Los planes no sirven si no se implementan”, “Ni se ha mencionado lo del sistema cambiario y la tasa de cambio oficial”, claman–, pero mayor aún es el estupor de los economistas. 

“Fue un malogrado intento de compensar la carencia de detalles del pregonado programa de estabilización macroeconómica. Quedó en un mero ejercicio de relaciones públicas”, ha reaccionado Pedro Monreal en su cuenta de X.”No se trata de que no se hayan mencionado cifras, acciones puntuales e intenciones. Queda pendiente una explicación cabal del programa de estabilización y se mantiene nebulosa la presentación de metas, indicadores, secuencias y plazos”, reprocha el experto, que reclama respuestas precisas a las preguntas concretas que lanza.

Más allá del anuncio sobre la limitada repercusión de las medidas arancelarias, el resto del programa dejó pocas pistas sobre el estado real de las finanzas del país. Regueiro Ale dijo que los ingresos no son suficientes para garantizar los gastos que tiene el Estado y ni sorprendió a nadie ni se necesitaban los detalles que ofreció para ilustrarlo, conocidos por la población. “No podemos ejecutar entre ingresos y gastos un resultado que sea mayor al déficit de 147.000 millones de pesos. Hay que optimizar gastos”, zanjó. 

“No podemos ejecutar entre ingresos y gastos un resultado que sea mayor al déficit de 147.000 millones de pesos. Hay que optimizar gastos”

La recaudación ha aumentado, afirmó, y se dispone de unos 339.000 millones de pesos, pero solo en subsidiar la electricidad ya se van 38.000 y apenas en el incremento de las remuneraciones de los trabajadores de la Salud y la Educación se deben movilizar 25.000 millones más, a pesar de los cuales el aumento es inferior al costo de un cartón de huevos en el mercado informal.

Especificó el ministro –que dedicó un interminable bloque a hablar de una descentralización irrelevante para el ciudadano común en este momento– que la recaudación tampoco marcha como debería, ya que al menos 4.000 contribuyentes han fallado a la hora de declarar. La mayoría de los infractores están en La Habana, Matanzas y Camagüey, y en menor medida, Villa Clara. Un ejemplo del impacto está en Pinar del Río, donde se planificó un presupuesto del que ahora faltan 19 millones de pesos. Aunque las inspecciones acabarán por recuperar la cifra, “no entraron oportunamente para financiar los gastos que estaban planificados en ese territorio”. La cuenta total, al cierre de abril, asciende a 300 millones de pesos en deuda. 

Tras una larga disertación sobre las consecuencias de evadir impuestos, los mecanismos cada vez más especializados –incluyendo, dijo, la ingeniería fiscal– y las limitaciones a la libertad de movimientos que conllevan este tipo de delitos, el ministro dedicó un tiempo a los productos cuyos precios se modificaron, entre ellos el del tabaco, además del más reciente, el de la medicina natural y tradicional. Todo ello permite, alegó, “una reducción de los financiamientos generales a todos esos precios subsidiados del programa, y entonces una movilización de recursos que va dirigida a las personas que realmente lo requieran”. 

Sin embargo, Regueiro Ale reconoció que aún hay que tomar decisiones sobre cómo se realiza, así como abordar otras medidas “más complejas vinculadas a todo lo que tiene la dimensión monetaria” de las que se informará a su debido momento. 

Por último, el ministro afirmó que la mayor insatisfacción de la población es “el control de los precios”, un problema ante el que dejó clara su incapacidad. “No hemos logrado los efectos que pretendemos”.

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