La angustia de los familiares de los jóvenes detenidos el 11 de julio en Cuba

A Gabriel Alfonso González y Amanda Hernández los acusan de alterar el orden público

Nueve días después de las primeras protestas, el Gobierno no ha proporcionado una cifra de heridos y detenidos. (Facebook)
Nueve días después de las primeras protestas, el Gobierno no ha proporcionado una cifra de heridos y detenidos. (Facebook)
14ymedio

20 de julio 2021 - 19:46

La Habana/"Son jóvenes, no son delincuentes ni bandidos que fueron a tirar piedras ni a romper tiendas, fueron a luchar por las cosas que les falta, que están ahogados". Berta Baruch, de 58 años, es una de las madres que este lunes se concentraron frente a la prisión de 100 y Aldabó, en La Habana, para averiguar el paradero de sus hijos, detenidos tras las protestas del pasado 11 de julio.

Su hija Yanay Bárbara Solaya (39 años), su sobrina Annia Romero Fonseca (47 años) y el hijo de esta, Mikel López Romero (27 años), salieron aquel domingo a las calles de Centro Habana. Ese mismo día los detuvieron. Según contó la sobrina en una última llamada que alcanzó a hacer, los arrestaron sobre las 8:45 pm en la avenida Carlos III y los llevaron a la unidad policial de Zanja.

"Son personas decentes, trabajadoras, no tienen antecedentes penales", dice Baruch a 14ymedio, "y ahora nos dicen que ellos tienen que ir a un tribunal y que tenemos que buscar un abogado". La mujer recibió un número de denuncia y el delito que se les imputa: alteración del orden público.

"Ninguno tiene antecedentes penales, tienen buena conducta en la cuadra", cuenta la mujer, que no ha podido ver a su hija desde que la detuvieron. "Voy todos los días a llevarles aseo, a preguntar"

La familia, que vive en La Lisa (La Habana), esperó a que en el municipio hubiera alguna manifestación, tras ver en redes las protestas que se multiplicaron desde la primera que tuvo lugar, en San Antonio de los Baños, pero al ver que no pasaba, los tres miembros se fueron para el centro de la capital.

"Estoy metida en Facebook día y noche buscando los videos donde ella sale porque me gustaría el video de cuando los detienen", refiere. "Me da mucha impotencia ver cómo le echan los gases lacrimógenos en la cara, los vi ahí ayudándose unos a otros. Me hubiera gustado haber estado ahí para haberlos defendido y protegido y me da ira ver a muchos hombres que estaban filmando en vez de ayudar para que la policía no se las llevara". Berta está desesperada: "Estoy muy afligida, estoy muy angustiada, ya no doy más".

Lo mismo le sucede a Heissy Celaya Pérez, madre de Amanda Hernández, quien, con 17 años, es uno de los menores que están detenidos desde aquel domingo.

Celaya supo de la detención por propia voz de la joven, estudiante del último año del preuniversitario y bailarina. "Me llamó para decirme que se había tenido que bajar del carro que la llevaba a sus clases de baile en la esquina de Prado y Malecón porque había muchas personas en la calle y el carro no podía avanzar", cuenta a este diario mientras aguarda en una cola para contratar a un abogado para su hija. "Ahí me advirtió que estaba yendo de regreso para la casa caminando".

Sabiendo la situación, Celaya, que se encontraba trabajando, le pidió a Amanda que se apurara, pero la niña "evidentemente, en su regreso, saca el teléfono y empieza a filmar las protestas". A los cinco minutos la volvió a llamar, "histérica, rota en llanto", para decirle que la estaban montando en una patrulla.

Después de esa llamada no supo más nada de su hija hasta pasadas 24 horas y desde entonces, tampoco la ha visto ni le han dejado hablar con ella. "Al día siguiente logré llegar a la cuarta unidad del Cerro, en Infanta y Manglar", continúa. "Ahí me dijeron que mi hija había sido traslada a 100 y Aldabó", una noticia que le cayó como un cubo de agua fría pero que no la paralizó. "El mismo lunes salí volando para allá. Me dijeron que le llevara aseo, como si fuera una presa común", lamenta.

A Hernández se le imputa la misma acusación que recibieron los familiares de Baruch: desorden público. Su hija pequeña, cuenta, "está viviendo lo mismo y me abraza cada cinco minutos y me dice te amo cuando me ve así".

Otros testimonios son los que refieren los allegados del joven Gabriel Alfonso González, detenido en las inmediaciones del Capitolio de La Habana, o los de Daniela Rojo, madre de dos niños de cuatro y siete años que se encuentran ahora al cuidado de su abuela.

Porque no solo apresaron a conocidos activistas, como José Daniel Ferrer, líder de la Unpacu, o el artista Luis Manuel Otero Alcántara, sino cubanos anónimos que simplemente manifestaban pacíficamente un deseo de cambio."Estoy destruida", confiesa Celaya.

"No tengo vida desde el domingo antepasado, lo mismo me desmayo que me caigo en la escalera"

"Daniela no es una apátrida, ni apoya una agresión intervencionista a Cuba", escribió Rioger Guilarte en sus redes defendiendo la causa de su amiga. "Tampoco es proimperialista ni es una gusana. Daniela es anticomunista y no tiene pelos en la lengua. Es una disidente, porque disentir es una opción vital para el desarrollo y la evolución, es una decisión ideológica y no un delito".

Si hay detenidos que indignan, son precisamente los más jóvenes, que abundaban en las protestas. La activista Salomé García Bacallao ha recopilado una lista con los nueve menores arrestados a partir de las manifestaciones: además de Amanda Hernández Celaya, están Brandon David Becerra (17 años), Giancarlos Álvarez Arriete (17 años), Glenda de la Caridad Marrero Cartaya (15 años), Jonathan Pérez Ramos (16 años), Katherin Acosta (17 años), Leosvani Giménez Guzmán (15 años), Luis Manuel Díaz (16 años) y Yanquier Sardiña Franco (16 años).

"La educación en Cuba es obligatoria hasta el nivel medio superior, por lo tanto se desprende que todos los menores de 18 años sean estudiantes", escribió García Bacallao en una publicación de Facebook. "¿Cuándo se va a interesar el Ministerio de Educación de la República de Cuba por estos menores? De algunos no se conoce ni siquiera la estación donde están detenidos, por lo que se les considera desaparecidos".

Nueve días después de las primeras protestas, el Gobierno no ha proporcionado una cifra de heridos y detenidos. La organización jurídica Cubalex documenta hasta este momento un total de 34 víctimas de desaparición forzada –la ONU la semana pasada las cifró en 187– y un total de 500 detenidos, si bien otras listas independientes determinan que son 530 los arrestados. Laritza Diversent, directora ejecutiva de la ONG, detalló este lunes a CiberCuba que de todos los arrestados 74 ya fueron liberados y de 108 se sabe el centro de detención donde están recluidos; el paradero de otros 284 está por confirmarse.

Cubalex emitió en sus redes un llamado a colaborar a los que tengan alguna información o denuncia acerca de los apresados desde el 11 de julio.

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