El Banco Central de Cuba congela los fondos en divisas de las Iglesias protestantes
Esta situación se ha complicado a raíz de la decisión del Gobierno de suministrar en prioridad las tiendas minoristas y mayoristas en MLC
Santiago de Cuba/Reciben dinero en divisas en sus cuentas pero el Banco Financiero Internacional (BFI) no les da tarjetas magnéticas ni efectivo para hacer compras en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC). Esta es la situación angustiosa que viven las Iglesias protestantes en Santiago de Cuba al no poder adquirir los insumos que necesitan para su personal y sus actividades religiosas, según los testimonios recopilados por 14ymedio.
Esta situación, que al parecer afecta también a las Iglesias en el resto del país, se ha complicado a raíz de la decisión del Gobierno de suministrar en prioridad las tiendas minoristas y mayoristas en MLC de reciente creación, lo que ha provocado el desabastecimiento brutal de los comercios en pesos y CUC. Al no tener acceso a sus fondos en divisas, esas instituciones religiosas no consiguen los productos necesarios para sus actividades.
La Iglesia Evangélica Unida en Cuba Sínodo Luterano recibió en julio de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA) recursos para financiar un proyecto humanitario ante la situación creada por el covid-19. Con esa ayuda, la congregación logró hacer entrega puntual de carne de cerdo, medicamentos comprados en la farmacia internacional de la ciudad y también distribuyó fondos monetarios a 300 familias.
Pero todas esas operaciones las tuvieron que realizar en CUC o en pesos y con muchas dificultades por la situación de desabastecimiento en las tiendas
Pero todas esas operaciones las tuvieron que realizar en CUC o en pesos y con muchas dificultades por la situación de desabastecimiento en las tiendas en moneda nacional.
El obispo Ismael Laborde Figueras, de la Iglesia Luterana en Santiago de Cuba, ha hecho varias gestiones con el BFI, todas sin éxito y ha sido una de las voces más insistentes para pedir tarjetas magnéticas o el acceso en efectivo a los fondos depositados en ese banco, único autorizado a recibir las donaciones procedentes del extranjero.
El BFI ha pedido "paciencia" y ha explicado que estaba a la espera de una autorización del Banco Central, que sigue sin llegar meses después de iniciar los trámites. El banco tampoco accedió a la petición del obispo de extraer 500 dólares para comprar insumos y pagar al personal para un retiro espiritual.
El gerente del BFI en la capital santiaguera explicó que no tenía indicaciones del nivel nacional de entregar divisas en efectivo ni tampoco de las tarjetas correspondientes en MLC.
"Estamos con las manos amarradas porque mucho de lo que necesitamos para ayudar a los más vulnerables o para organizar nuestros retiros ahora solo se puede encontrar en los mercados en dólares", comentó a este diario uno de los miembros de la Iglesia Luterana que pidió el anonimato. "Nos dan de largas y nada se resuelve, pero no debería ser así porque ese es nuestro dinero".
"Productos tan simples como harina, café o papel sanitario ahora solo se pueden comprar en divisas", advierte el religioso. "Hasta el arroz se ha perdido de la venta en pesos cubanos, por lo que cuando organizamos un almuerzo para las personas de mayor edad o preparamos algún encuentro que incluye comida estamos obligados a tener una tarjeta con dólares".
Esa institución religiosa ha recibido hace poco una donación de la Iglesia Luterana de Noruega y está en trámites una donación de la Federación Luterana Mundial
Esa institución religiosa ha recibido hace poco una donación de la Iglesia Luterana de Noruega y está en trámites una donación de la Federación Luterana Mundial, además de estar negociando un segundo proyecto con ELCA, otro con Iglesias en Noruega y uno más con la Federación Luterana Mundial para 2022. De concretarse todos ellos, los fondos irán acumulándose en la cuenta del BFI, sin ninguna posibilidad de disponer de ellos.
Todos estos proyectos están destinados a canalizar la distribución de alimentos y de productos de aseo, así como para financiar actividades de apoyo psicosocial, unas tareas que cada vez resultan más difíciles debido al desabastecimiento que vive la red de tiendas en CUC y pesos de todo el país.
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