Cerrada por covid la principal clínica veterinaria de La Habana
Los animales de la capital se quedan sin atención con este cierre y la prohibición de recurrir al sector privado
La Habana/Los animales de La Habana han quedado aún más desprotegidos en una ciudad donde el abandono y el maltrato de las mascotas es frecuente. Al temor que se ha extendido entre los veterinarios particulares, tras la publicación de un Decreto Ley que prohíbe expresamente el ejercicio de esa profesión de forma privada, se suma ahora el cierre de la clínica José Luis Callejas Ochoa debido a un brote de covid-19.
"La técnica que hace los análisis, que es una persona mayor, dio positivo por covid-19", confirma a 14ymedio este domingo una empleada del lugar, ubicado en la céntrica esquina de Carlos III y Ayestarán. "Estamos fumigando todos los días pero todavía no nos han dicho cuándo podremos volver a abrir", lamenta la trabajadora del lugar que en pocos minutos tiene que repetir las mismas palabras a varias personas que se acercan buscando atención para sus animales.
La activista por la protección animal, Verónica Vega, denunció el cierre del consultorio. "Desde que me levanté hoy, he caído en un vértigo de malas noticias. La penúltima fue que la clínica veterinaria estatal de Carlos III, en Centro Habana, cerró por covid, justo después de que se aprobara un decreto que criminaliza el ejercicio de la medicina veterinaria por cuenta propia".
"Es una emboscada para los animalistas y una sentencia de muerte para los animalitos"
"O sea, es una emboscada para los animalistas y una sentencia de muerte para los animalitos. Pero como si la maldad estuviera empeñada en brillar, en destacarse, me entero de que envenenaron a varios perros de Javier Larrea, activista por los derechos animales. Una nube de tormenta se cierne sobre Cuba, pero la pregunta crucial es qué nos falta para acabar de unirnos y producir un cambio", exige Vega.
La clínica José Luis Callejas Ochoa, adjunta a la Facultad de Medicina Veterinaria, fue reinaugurada en diciembre de 2017 tras décadas de deterioro. Sin embargo, no había pasado ni un año cuando hubo que cerrar la mayor parte de la instalación porque la mala factura de las reparaciones provocó problemas por la acumulación de lluvias en la azotea. Otra opción es apelar a una clínica internacional en el municipio Playa, con precios muy elevados para la mayoría de los clientes.
Junto a los profesionales graduados, en la clínica hacen prácticas muchos estudiantes que cursan veterinaria en la escuela contigua. "Llegan con muchos sueños, con el deseo de aliviar el dolor de estas criaturas, pero terminan espantados porque la mayor parte de las veces solo los podemos ver morir", comentó el pasado año un empleado a este diario. "Tenemos jóvenes muy valiosos y excelentes estudiantes, pero cuando ven que a veces no tenemos ni agujas se desilusionan de esta profesión tan bonita, pierden el entusiasmo".
En 2018 estaba prevista la llegada de un nuevo equipo de ultrasonidos gestionado por el grupo Labiofam que nunca apareció. A esa ausencia, se suman también la falta de antibióticos y analgésicos, además de vacunas, antiparasitarios, vitaminas, reactivos para los análisis de laboratorio y el instrumental médico para operaciones, una situación que se ha agravado en los últimos dos años.
Cada día, en el centro se atiende a entre 200 a 300 animales, las 24 horas, muchos de ellos provenientes de múltiples barrios de la capital porque los consultorios municipales apenas brindan el servicio de consultas generales y la mayoría de ellos no atienden urgencias ni tienen la capacidad de hacer cirugías, radiografías ni ultrasonidos.
La situación de los consultorios y de la clínica veterinaria ha avivado las quejas de los protectores de animales, que entre sus demandas exigen inversiones en el sector y que se autorice a los profesionales de esta especialidad poder ejercer por cuenta propia, algo a lo que el Gobierno se ha negado hasta ahora.
Los consultorios municipales apenas brindan el servicio de consultas generales y la mayoría de ellos no atienden urgencias ni tienen la capacidad de hacer cirugías
Pero en lugar de una legislación más flexible, el 29 de enero pasado se publicó en la Gaceta Oficial un texto que actualiza el anterior, de 1993, que no prohibía expresamente la práctica de esta especialidad fuera del sector estatal, por lo que muchos veterinarios se aprovechaban de ese vacío legal para ofrecer sus servicios de manera privada. Ahora, ha quedado tajantemente prohibido el ejercicio por cuenta propia de esta profesión.
La publicación del Decreto Ley movilizó de inmediato a los protectores de animales, que han publicado una petición online para que se derogue los incisos del artículo 5 que prohíben el ejercicio de la medicina veterinaria fuera del sector estatal. La convocatoria ha recabado más de 6.000 firmas que buscan presionar al Ministerio de la Agricultura para flexibilizar la actual legislación.
Los activistas piden a la entidad que "regule los servicios veterinarios por cuenta propia, no que los prohíba, pues han demostrado su importancia y su utilidad". Además, aseguran en el texto publicado en la plataforma SOSVox que de no enmendarse el Decreto Ley, sobrevendrán "adversas consecuencias" para los animales y sus dueños.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.