Cuba registra una tasa de embarazos adolescentes cercana a la de Haití y El Salvador

La Habana/La alta tasa de embarazos en adolescentes no es uno de los indicadores en Salud pública del que Cuba pueda jactarse, con una fecundidad entre las menores de 19 años en el rango de los países con bajos niveles educativos y de salud en América. El tema fue abordado por la prensa oficialista este lunes, que reconoce que "los malos resultados están 'por encima' de lo esperado y deseado".

Cuba tiene una tasa de fecundidad adolescente de 51,10 por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años, según datos de 2018 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así, se encuentra en la posición 16 de 35 países del continente americano. De las estadísticas disponibles en el portal de la institución, América Latina y el Caribe se llevan el promedio más alto, de hasta 53,2 nacimientos por 1.000 mujeres.

Según la OMS, la Isla se encuentra muy lejos de la cota de 16,70 embarazos por cada 1.000 adolescentes que tiene Estados Unidos o los 2,0 que registra Suecia, pero se aproxima al rango que tienen naciones como Haití, con 54,80, o El Salvador, con 51,80, ambos sumergidos en una crisis económica y con bajo acceso a la educación.

La Isla se encuentra muy lejos de la cota de 16,70 embarazos por cada 1.000 adolescentes que tiene Estados Unidos o los 2,0 que registra Suecia

Granma retomó los resultados del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) compartidos en una reunión celebrada el domingo con altos dirigentes del Partido Comunista y del Ministerio de Salud Pública, en la que se concluyó que "la alta incidencia del embarazo en edades adolescentes es asunto urgente".

El Gobierno asegura que el porcentaje bajó en el último año de 18,1% a 17,8%. Sin embargo, cuatro provincias tienen índices que superan al promedio nacional, en un listado donde Las Tunas se lleva la cifra más alta, de 22,7%. Seguido por Holguín (21,3%), Camagüey (20,5%) y Granma (20,3%).

El diario oficialista recoge que la propuesta del Gobierno es reducir a menos del 50% la tasa de fecundidad en la adolescencia, así como asegurar un 80% de cobertura y diversidad de métodos anticonceptivos. Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera de Salud Pública, consideró que una solución es "intensificar el trabajo de educación sexual en las escuelas, en la comunidad y con la familia", y opinó que es tiempo de retomar los programas televisivos relacionados con el tema.

Los embarazos adolescentes fueron un tema de discusión en la prensa provincial hace dos semanas, cuando un artículo de El Artemiseño señaló que de 4.631 nacimientos registrados al cierre de 2022 en Artemisa, un 16% correspondía a embarazos de mujeres entre 15 y 19 años y un 31% de alumbramientos de mujeres entre 20 y 24 años.

El diario recordó las alarmantes cifras de 2021, cuando el municipio de Alquízar registró la tasa más alta de fecundidad en adolescentes: hasta 91,9 nacimientos por cada 1.000 mujeres, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei). Bahía Honda y Güira de Melena mostraron también cifras escandalosas, con 65 y 60,6, respectivamente.

El diario citaba una entrevista con la especialista de Genética Comunitaria de Alquízar, Lidia Peña Martínez, quien aseguró que la mayoría de los embarazos adolescentes ocurren en "familias disfuncionales y con un bajo nivel cultural y económico".

El diario recordó las alarmantes cifras de 2021, cuando el municipio de Alquízar registró la tasa más alta de fecundidad en adolescentes: hasta 91,9 nacimientos por cada 1.000 mujeres

Peña Martínez enumeró las causas, que según ella, explican el repunte de casos: "El inicio cada vez más temprano de las relaciones sexuales, el consumo por las vías inadecuadas de los temas de sexualidad, la preocupación de las féminas a no ser aceptadas dentro del grupo social, el libertinaje sin la adecuada percepción de riesgo y, en los últimos tiempos, se suma la carencia de tabletas anticonceptivas y condones".

Los embarazos en adolescentes son un problema de salud pública, que acarrea consecuencias socioeconómicas. En los países con bajos indicadores sociales, las mujeres jóvenes se ven presionadas a casarse y tener hijos ante una reducida ventana para acceder a estudios superiores o conseguir un empleo digno. Algunas, incluso siendo menores de edad, son obligadas a contraer matrimonio.

La OMS alerta de que las madres adolescentes tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud como eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas en comparación con las mujeres de entre 20 y 24 años.Los bebés pueden nacer con bajo peso, y existe el riesgo de nacimientos prematuros o hasta la muerte de la madre y el neonato.

En las cifras nefastas incide también la escasez de preservativos, un tema recurrente en las clínicas y farmacias cubanas. Las consecuencias ya se viven, al menos las autoridades de Salud de Guantánamo han confirmado que la provincia sufrió un repunte de infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazos no deseados y abortos al cierre de 2022.

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