Con una tasa de 7,5 por mil, Cuba ha perdido el liderazgo en materia de mortalidad infantil

Madrid/La tasa de mortalidad infantil no logra recuperarse en Cuba y apenas bajó una décima con respecto al año pasado, cuando se registró uno de los peores datos de las últimas décadas, con 7,6 fallecidos por cada mil vivos. Este año, la tasa se queda en 7,5, más de dos puntos y medio por encima del dato de 2020, que fue de 4,9.

Aunque la Isla continúa con indicadores positivos en el contexto regional, cada vez se aleja más de las posiciones de los países ricos con los que le gustaba compararse, quedando a buena distancia de las tasas de 2 o 3 por cada mil de la mayoría de Europa.

Los datos se han dado a conocer este lunes y dejan a algunas provincias cubanas con números descorazonadores. La peor, Mayabeque, con 12,2. Le siguen, por la cola, Santiago de Cuba (9,9), Guantánamo (9,7), La Habana (9,5) y Camagüey (9,1). En la zona media quedan Villa Clara (7,3), Las Tunas (7), Granma (6,6) y Ciego de Ávila (6,2). Las que mejores datos pueden exhibir son Cienfuegos (4,3), Holguín (4,5), Sancti Spíritus (4,7), Matanzas (5), Artemisa (5,4) y Pinar del Río (5,9). Isla de la Juventud, la provincia con menor número de nacimientos (en 2021 hubo 789, frente a los 3.542 de Ciego de Ávila, la siguiente con menor fertilidad), queda con un 2,6.

La mejoría sí se ve, en cambio, en los datos de mortalidad materna, que el pasado año fueron devastadores. En 2021, 175 mujeres embarazadas fallecieron, dejando la tasa en un alarmante 176,6 por cada 100.000 nacidos vivos. El incremento frente al año anterior fue alarmante, ya que entonces murieron 40, dejando un incremento porcentual de 341,5%. Este año, en cambio, se ha bajado a 39, un total de 40,9 por cada 100.000 nacidos vivos.

Según los datos del Ministerio de Salud Pública, la incidencia de covid-19 también se redujo muy significativamente desde que comenzó la vacunación con Abdala, el 29 de julio de 2021. La última defunción de una mujer embarazada con covid se produjo en octubre de 2021 y los contagios detectados fueron 9.874. Al covid-19 atribuyeron las autoridades el pasado año los malos datos de mortalidad materna y a lo mismo podría atribuirse la recuperación.

Pocas respuestas oficiales hay para analizar el dato de mortalidad infantil, que apenas se mueve, aunque desde fuera se afirma que el descuido de los Programas de Atención Materno Infantil es una de las causas

Pocas respuestas oficiales hay, en cambio, para analizar el dato de mortalidad infantil, que apenas se mueve, aunque desde fuera se ha afirmado en varias ocasiones que el descuido de los Programas de Atención Materno Infantil (Pami) está detrás de las causas más plausibles. El proyecto tiene menos fondos, como casi todo en la Isla, y los profesionales son cada día menos, ya que el abandono de la profesión es masivo, en unos casos para salir del país y en otros para dedicarse a otro sector más lucrativo y menos sobrecargado de trabajo y exigencias.

Noemí Causa Palma, jefa nacional del Pami, dijo, según la nota oficial, que se han implementado "medidas para el perfeccionamiento del programa del médico y la enfermera de la familia y la elaboración del plan de desarrollo de las especialidades de Obstetricia y Ginecología, Neonatología, Pediatría, Terapia Intensiva Pediátrica, Cirugía Pediátrica y Medicina General Integral", aunque no parece que hayan contribuido mucho ni ese ni el resto de esfuerzos que según las autoridades se realizaron para mejorar la situación.

Otro indicador que apenas se mueve es el de embarazos adolescentes, que pasaron de un 18% en 2021 a un 17,8% en 2022, poca cosa si se tiene en cuenta que se han realizado campañas destinadas a poner coto a este problema.

Los únicos datos que dan un respiro al Ministerio de Salud Pública son los de mortalidad infantil por defectos congénitos. La tasa es de 0,96 por cada mil nacidos vivos y pasa de ser la segunda a la cuarta causa de las muertes en menores de un año. Los cribados con ecografías son elevados, con respuestas que superan el 90%, llegando el 99% en ecografías de segundo y tercer trimestre.

Tras todos estos datos hay otro que sigue poniendo de manifiesto la debacle demográfica de la Isla. En 2022 nacieron 95.402 cubanos, 3.694 menos que el año anterior. El descenso es una consecuencia lógica de la masiva emigración cubana, que se da especialmente entre los jóvenes y el envejecimiento de la población sigue imparable. Aunque aún no se ha revelado el censo realizado el año que acaba de finalizar, se prevén números catastróficos.

Por último, la nota repasa el programa de reproducción asistida. En 2022 se evaluó a 15.679 parejas infértiles, poco más que el pasado año, sin embargo se obtuvieron solo 5.912 embarazos, frente a los 6.199 del año anterior. "Esta disminución se debe a que no se lograron gestaciones por alta tecnología en los centros territoriales, resultado que sí se alcanzó en 2021 con el desarrollo de 316". En cambio, en los servicios provinciales los datos fueron mejores y se pasó de los 1.819 embarazos el año precedente a 2.113 este 2022.

"La inestabilidad de algunos medicamentos influyó en la disminución de los embarazos concebidos desde las consultas municipales, donde se gestaron 3.799 contra 3.998 en 2021", añade la nota.

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