En el Día de la Violencia contra las Mujeres, la prensa oficial cubana solo habla de Fidel
El Gobierno sigue sin legislar para intentar poner coto a los feminicidios, que ya son al menos 33 en lo que va de año
Madrid/El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer está casi ausente en la prensa oficial cubana. Unas pocas líneas en la prensa regional, pero ni una sola en la nacional sobre una lacra que en la Isla se ha cobrado ya la vida de 33 mujeres en lo que va de año, y eso sin el recuento oficial, que tampoco existe. De las ocho páginas del diario del Partido Comunista Granma, cuatro están íntegramente dedicadas a Fidel Castro, fallecido tal día como hoy hace seis años, además de media portada.
El líder de la Revolución cubana no ha dejado un resquicio para hablar de miles de cubanas que sufren violencia en sus hogares tanto física como psicológica. Tampoco de políticas públicas destinadas a poner coto a un problema que siguen atentamente Gobiernos e instituciones de todo el mundo.
Hay, no obstante, un hueco para hablar del mundial de fútbol que se celebra en Catar, donde las mujeres son ciudadanos de segunda categoría, y hasta un faldón para –aprovechando el torneo– recordar a Maradona, "quien justamente hoy cumple dos años de despedirse físicamente", dice el cronista, sin aludir, claro, a las denuncias de una menor contra el astro del fútbol.
El oficialismo tiene tiempo de incluir en sus ediciones 'online' alguna información vinculada al 25N, pero su exclusión de las ediciones impresas simboliza el desinterés real que el Gobierno tiene en este asunto
El oficialismo tiene tiempo de incluir en sus ediciones online alguna información vinculada al 25N, pero su exclusión de las ediciones impresas simboliza el desinterés real que el Gobierno tiene en este asunto. La única cobertura relacionada, exceptuando alguna columna de opinión publicada en la prensa de provincias en días precedentes, fue el anuncio de unas jornadas organizadas por el Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), que dirige Mariela Castro.
El centro se ha convertido en punta de lanza de los mensajes que el régimen intenta emitir de cara a la opinión pública internacional para alinearse, presuntamente, con las agendas progresistas de otros Gobiernos occidentales, pero los cambios, cuando llegan, lo hacen tarde.
Algo similar ocurrió con el matrimonio igualitario, defendido por el Cenesex desde que la reforma constitucional comenzó a fraguarse pero pospuesto por las autoridades para evitar un tema que le resultaba incómodo y provocaba una fuerte división de opiniones en la sociedad. Los derechos de las personas con independencia de su orientación sexual, reivindicados a ultranza este 2022 a la hora de pedir el sí para el Código de las Familias, importaron menos que desgastarse socialmente.
Menos explicable es la renuencia a tomar medidas contra la violencia machista. Las jornadas inauguradas ayer por Mariela Castro son, en sus propias palabras "para llamar la atención sobre este problema, reflexionar, intercambiar puntos de vista, investigaciones, experiencias concretas, que permitan trabajar con acciones específicas en el esclarecimiento y la toma de conciencia sobre este fenómeno para conducir a una acción social transformadora".
Las declaraciones, lejos de tranquilizar, resultan más preocupantes. Cuba está aún en la fase de "llamar la atención" sobre la existencia de un problema que lleva décadas –siglos– ocurriendo bajo la mirada de toda la población. Y no es que Castro revelase algo desconocido. Quienes siguen el asunto saben que el Gobierno no tiene previsto plantear una Ley contra la violencia machista antes de 2026, según su propio cronograma. Las autoridades publicaron en diciembre de 2021 una Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, que contenía medidas a tomar hasta 2030 y que anunciaba como uno de sus objetivos legislativos "evaluar la pertinencia de diseñar una norma integral que regule la respuesta social a la violencia machista y en el hogar".
En el documento se prevé analizar a mitad de plazo (2026) esas acciones, por lo que se está muy lejos de tomar medidas prácticas.
Mientras tanto, las asociaciones independientes como Red Femenina de Cuba o Yo Sí Te Creo, se encargan de hacer su propio listado de los casos de feminicidios que llegan a sus oídos
Mientras tanto, las asociaciones independientes como Red Femenina de Cuba o Yo Sí Te Creo, se encargan de hacer su propio listado de los casos de feminicidios que llegan a sus oídos. El registro que permitiría ver el alcance real del problema, sencillamente, no existe de manera oficial. Por comparar, el primer año que comenzaron a contarse las víctimas de violencia machista en España, en 1997, 33 mujeres fueron asesinadas en ese país, que tuvo su peor año en 2008, con 75 fallecidas. La población española cuadruplica a la cubana.
Los datos oficiales más recientes datan de la Encuesta Nacional de Igualdad de Género, de 2016, que reveló que el 26,7% de las mujeres cubanas de entre 15 y 74 años aseguraron haber sufrido algún tipo de violencia en su relación de pareja en los doce meses previos al estudio y que apenas el 3,7% de las agredidas pidió ayuda institucional.
Red Femenina de Cuba y Yo Sí Te Creo siguen demandando sin éxito que el Gobierno ofrezca datos de las mujeres asesinadas, promulgue una ley que las proteja o modifique el Código Penal para añadir agravantes y promueva políticas efectivas que pongan punto y final a graves situaciones, como las que llevan a que una mujer sigue teniendo a su agresor bajo el mismo techo que ella y sus hijos.
Yamila Batista, de 36 años, es la última mujer asesinada en Cuba a manos de su pareja de la que se tiene noticia, este mismo domingo 20 de noviembre. Es la víctima número 33 y la prensa oficial no ha dedicado su tiempo a ninguna de ellas ni de quienes las precedieron.
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