Mucha alfombra roja para Díaz-Canel en Serbia, aliada de Putin y candidata a la Unión Europea
Aleksandar Vucic muestra una gran sintonía con el mandatario cubano, aunque no se ha hecho ningún anuncio concreto de colaboración
Madrid/La visita oficial de Miguel Díaz-Canel a Serbia deja, por el momento, pocos resultados concretos, aunque ambas partes resaltaron su interés por "potenciar áreas de interés común", entre ellas en agricultura, biotecnología, cultura, deporte, educación, salud y turismo. Quedó, sin embargo, patente el afecto especial que el presidente Aleksandar Vucic dispensa a su homólogo cubano, recibido con honores en Belgrado tras su paso –más discreto– por Roma.
Ya desde su llegada, la noche del martes, la página de la Presidencia de Cuba destacó, en uno de sus ya habituales textos zalameros, la pompa con la que la delegación cubana fue recibida al aterrizar en el aeropuerto internacional Nikola Tesla de Belgrado.
"La noche en Serbia desde los autos se siente apacible y nuestra delegación no puede dejar de apreciar cómo las principales avenidas que recorre la caravana han sido engalanadas con nuestra enseña nacional"
"Guardia de honor y alfombra roja custodiaron el abordaje del mandatario hasta el auto presidencial. La noche en Serbia desde los autos se siente apacible y nuestra delegación no puede dejar de apreciar cómo las principales avenidas que recorre la caravana han sido engalanadas con nuestra enseña nacional. Hermandad y cariño dan la bienvenida a Cuba en esta hermana nación", reza el texto.
"Cuba puede contar con todo nuestro apoyo", dijo el líder serbio, que agradeció particularmente la postura del régimen de la Isla en lo que respecta a su integridad territorial. La Habana nunca ha reconocido la independencia de Kosovo –que declaró su nuevo estatus en 2008, con favor de la mayoría de países europeos y EE UU– y mantiene que es una región autónoma de Serbia.
Vucic ha correspondido ese afecto casi de manera personal, abrazándose al mandatario cubano, y deshaciéndose en elogios hacia el régimen. Tras afirmar que se sentía muy orgulloso de recibir a Díaz-Canel, añadió: "Los serbios amamos al pueblo cubano. Somos países independientes, soberanos. En el corazón de Europa tienen un pueblo que los apoya".
Los dos mandatarios tuvieron un encuentro privado, destaca la presidencia cubana, y, posteriormente se produjo una reunión formal, seguida de una rueda de prensa. "Constituye para todos nosotros un honor estar aquí y poder corresponder a la invitación que nos ha hecho el querido presidente para sostener conversaciones oficiales. Ha sido un intercambio muy fructífero", reiteró Díaz-Canel, que devolvió el agradecimiento por el rechazo de Belgrado al embargo de EE UU.
"Concluiremos nuestra visita con mucho optimismo en el futuro de las relaciones entre Cuba y Serbia, y con una absoluta confianza en que continuarán fortaleciéndose, ampliándose, en beneficio de ambos pueblos", siguió el mandatario cubano, que acudió posteriormente a una reunión con Vladímir Orlic, presidente de la Asamblea Nacional.
La falta de detalles sobre los efectos prácticos de la visita es evidente, pasado ya, con mucho, el mediodía europeo. La cuestión a tratar entre ambos países que mayor interés despierta para la población no es la sanidad ni la biotecnología ni mucho menos el deporte, sino el asunto migratorio.
Serbia se convirtió en 2022 en uno de los destinos favoritos para los cubanos deseosos de exiliarse a Europa, tras un 2021 ya al alza. Aunque no pedía visado a los ciudadanos de la Isla desde 1966 –cuando Belgrado era capital de la ahora extinta Yugoslavia, en la órbita de la URSS, como Cuba–, el país había funcionado más como puerta de entrada a la Unión Europea a través de Rusia, que también eximía de visado a los cubanos y tiene conexiones aéreas con Belgrado. En Moscú comenzaba antes una ruta con dos vías principales: norte (por los países bálticos) y sur (por los Balcanes hacia Grecia).
En Moscú comenzaba antes una ruta con dos vías principales: norte, por los países bálticos; y sur, por los Balcanes hacia Grecia
La invasión de Rusia a Ucrania puso en jaque ese trayecto y la falta de vuelos entre Cuba y Moscú terminó por convertir Belgrado en el destino prioritario de partida para los exiliados cubanos, que llegaban a través de Alemania. El incremento de migrantes de la Isla comenzó a alarmar a las autoridades, particularmente a las europeas, que insisten en convertir a los países fronterizos en barreras de contención.
La UE ha estado negociando con varios países de la zona, entre ellos Serbia, para el refuerzo de los controles fronterizos y, después de varios meses caóticos entre finales de 2022 y principios de 2023 en los que muchos cubanos se vieron atrapados en un limbo al ser rechazados por las compañías aéreas con parada en la UE y destino a Belgrado, el Gobierno de Vucic tomó la decisión de exigir visado nuevamente para los ciudadanos de la Isla.
La medida entró en vigor el pasado 14 de abril al no renovarse el convenio. La duda es si Vucic, que navega constantemente entre su afinidad con Moscú y sus ansias de acercarse a la próspera UE, habrá cambiado hoy de parecer.
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